Tolerancia y silencio
Tolerancia y silencio
Gerardo Trejos Salas*
El columnista del periódico “La Nación” que provocó los exabruptos del señor Oscar Arias y de los diputados liberacionistas Fabio Molina y Víctor Hugo Víquez no necesita que lo defiendan. Y mucho menos que lo haga una persona como yo, quien casi siempre discrepa de sus opiniones y de la línea editorial de “La Nación”. En efecto, cuando ese diario ha tenido la tolerancia de publicar algún artículo mío, generalmente lo escrito por mí expresa puntos de vista divergentes de los criterios expresados en el editorial de ese diario o de su columnista-filólogo-abogado y exseminarista.
Pero como miembro del OLE no puedo guardar silencio ante el concertado intento de los diputados Molina, Víquez y del señor Arias de silenciar a un periodista mediante amenazas e insultos. Como escribió alguna vez la filósofa Nicoletta Bersier, “tolerancia y libertad son conceptos inseparables, son las dos caras de una misma medalla. Sin tolerancia no hay libertad, sin libertad no existe tolerancia”.
Para poder tener un criterio objetivo sobre la polémica que ha desatado el referido periodista, es preciso tener conciencia de que nos ha tocado vivir en un mundo en el que algunas personas proponen, nuevamente, valores religiosos absolutos, modelos de gobierno teocráticos, intolerancia violenta y una restricción a la libertad de pensamiento y de expresión, que combaten abiertamente el relativismo de los valores, de laicismo social y de democracia institucional, de tolerancia ética y de libertad ideológica y expresiva.
Ahora que los diputados liberacionistas han decidido salir de su silencio, yo, con el mayor respeto, les pregunto (especialmente a los diputados Víquez y Molina y a la diputada Viviana Martín), si es o no cierto que Oscar Arias, como afirma el referido columnista, en su último, desafortunado y narcisista mandato presidencial -como afirmo yo- ¿cometió el desvarío de inaugurar obras públicas inexistentes?
Deseo que respondan a esta pregunta, ahora que han decidido salir de su estruendoso y bochornoso silencio y nos advierten -con tono amenazante- que de ahora en adelante “no callarán”.
*Exdiputado, miembro del Observatorio de Libertad de Expresión (OLE)
Tomado del periódico la Nación de Costa Rica.
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