Tragedia en el Tárcoles, Turrubares
CINCO MUEREN AL CAER BUS DE PUENTE CENTENARIO
Tragedia en el Tárcoles, Turrubares
CINCO MUEREN AL CAER BUS DE PUENTE CENTENARIO
 |
El familiar de una de las víctimas llegó a identificar el cadáver, a la orilla del río. |
 |
El puente de más de 100 años se partió en dos y el bus cayó al río. Saldo fatal de cinco muertos. |
 |
Una lancha trasladó, uno a uno, a los muertos. |
 |
Una joven llora, sentada en la trompa del bus. Desea que la rescaten ya. |
 |
Primer grupo de rescate en llegar al autobús. Drama en su máxima expresión. |
Manuel Estrada
mestrada@diarioextra.com
Fotos: Oldemar Siles, Gabriela Solano, Marvin Contreras,
Luis Chinchilla y Marciano Molina, corresponsales
TURRUBARES.- Un despertar trágico vivieron los vecinos de esta ciudad cuando un autobús urbano con 38 pasajeros abordo cayó desde el viejo y deteriorado puente hamaca que cruza el río Tárcoles. En total murieron cinco personas y dos permanecen en condición muy delicada en diferentes centros médicos.La fatalidad llegó ayer a las 6 de la mañana en el cruce de Orotina y Turrubares.
Las autoridades identificaron a los fallecidos como William Gutiérrez Chávez, de 54 años; María Isabel Artavia Granados, de 50; Norma Jiménez Cerdas, de 57; María Natalia Meléndez Quesada, de 30; y Efraín Merino Santamaría, salvadoreño de edad desconocida.
El bus placas AB4540, conducido por Víctor Salas Vega, venía del Llano de Turrubares y se dirigía a Orotina, cuando llegaba a la mitad del puente los cables tensores se reventaron y cayó en medio río.
Los ocupantes quedaron esparcidos, unos encima de otros, mientras que la corriente trataba de arrastrar el autobús. Se escuchaban los gritos de auxilio y de desesperación, la desgracia apenas empezaba.
Salas aseguró que solo escuchó un ruido. “Iba pasando cuando escuchamos un fuerte estruendo en el puente, estábamos a la mitad del recorrido y los tensores se reventaron.
Cerré los ojos y empecé a gritar para que todos salieran, yo fui el último en desalojar el bus. De inmediato todo empezó a llenarse de agua, vi varios cocodrilos que rondaban la estructura metálica del bus”, narró.
“Es una situación nunca antes vivida, la gente lloraba, gritaba y estaba regada por todo el bus. Solo escuchaba decir ‘me muero, ayúdeme, no quiero ahogarme’”, agregó el conductor.
Como pudieron, los menos lesiones sacaron a los más graves con ayuda de varios vecinos. Taxistas sacaron sus pangas para poner en tierra firme a las decenas de personas que suplicaban ayuda.
Tras la emergencia se alertaron todos los centros médicos más cercanos, Orotina, Atenas, Puriscal, Monseñor Sanabria en El Roble y Hospital México en la capital.
La gente se acercaba a prestar ayuda, todos se preguntaban quiénes viajaban en el bus.
De las 38 personas que sufrieron el accidente, 10 estudiantes lograron salir con vida. La profesora Itsy Agüero llegó a constatar cuáles de sus alumnos estaban heridos.
El puente se hallaba en pésimo estado, tenía más de 100 años de construido y una longitud de 100 metros, solo le habían hecho remiendos a las podridas tablas.
Tras la caída del puente de hamaca, el cantón de Turrubares quedó incomunicado.
Voceros de la Cruz Roja reportaron 15 personas con fracturas en diferentes partes del cuerpo, 15 con golpes leves y 2 en condición muy delicada.
Los vecinos esperan que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes logre solucionar el eterno problema que se cobró cinco vidas.
• Humildes víctimas de tragedia
“IBAN AL TRABAJO Y PARA LA ESCUELA”
Manuel Estrada
mestrada@diarioextra.com
Fotos: Oldemar Siles
Tras el accidente en que murieron cinco personas, los familiares de las víctimas no salen del asombro por lo ocurrido. Las historias son variadas pero jamás serán olvidadas por sus seres queridos.
Tal es el caso de Geovanny Durán Muñoz, de 47 años, quien aseguró que volvió a nacer.
“Yo viajaba en la parte intermedia del bus cuando sentí que se movió mucho y luego el golpe. Volví a ver para todo lado, la gente gritaba y el bus se llenaba de agua. No me podía mover, mi clavícula estaba fracturada y mi brazo izquierdo no lo aguantaba”, comentó.
“A como pude salí por una de las ventanas que estaba abierta, mientras la gente golpeaba el techo de la desesperación. A la par mía viajaba una señora que lamentablemente murió, la levanté y su cabeza estaba atrapada entre un asiento, la dejé porque me faltaba el aire”, agregó.
No menos lamentable es la historia de Leonardo Corrales Araya, de 38 años.
“Todo se dio gracias al descuido en que nos tiene la Ministra del MOPT. Iba en la parte trasera del bus, escuché un ruido y sentí que una llanta se había ido en un hueco, el bus hizo a arrancar pero fue en ese momento que caímos.
Cuando me di cuenta estaba todo mojado y de inmediato empecé a gritar como loco. Soy un sobreviviente de una de las tragedias más importantes del país”, declaró.
Quejándose del dolor, Corrales le agradece a Dios estar con vida.
“Quedé boca arriba. Una muchacha que estaba a la par mía no se movía, la tocaba pero no me respondió, fue en ese momento que la di por muerta. Me sacaron por el parabrisas, pensé que iba a morir y mi familia pasaba por mi mente. El bus se movía de medio lado, el agua ya me llegaba por la cintura”, añadió.
Rafael Ortega Mora, de 31 años, aseguró que casi sale disparado por el parabrisas.
“Venía en las gradas del bus, en la puerta delantera, iba para mi trabajo en una panadería de Orotina, cuando pasé por el puente me persigné y sin saber vino la desgracia. Mi nariz se me partió en dos, botaba mucha sangre y a la vez tragaba mucha agua, quedé prensado en el tubo de las gradas”,
narró.
“MI SEÑORA NO SE
ESCAPÓ DE ESTA”
Erminio Venegas Castro, esposo de Norma Jiménez Cerdas, una de las cinco víctimas mortales, estaba destruido.
“Ella salió a las 6 de la mañana, iba para una cita en San José y yo me fui al campo, cuando el jefe me dijo que el bus se había ido al río pensé que la doña estaba muerta. Es la noticia más aterradora que me han dado, me dije ‘mi señora de esta no se escapa’, vi cuando la sacaron, me iba a tirar pero me dio miedo morir ahogado”, aseguró.
Francisco Arias Rojas, esposo de Natalia Meléndez Quesada, dijo que recordará por siempre a su amada esposa.
“Mi señora iba para el trabajo en una casa, tres veces por semana, la última vez que la vi fue a las 5.30 de la mañana, cuando me dijo ‘Dios lo acompañe. Tenga cuidado’.
Mi hermano me dijo que el bus se había ido al río y me fui para buscar a la doña, cuando llegué la estaban sacando del río, tenía un golpe en la cabeza, ya estaba morada, no podía hacer nada, solo recuerdo los bonitos momentos que viví con ella”, expresó.
Tomado del periódico Diario Extra de Costa Rica.
COMENTARIO:
En el sistema neoliberal lo que importa es el dinero, no la gente, estoy totalmente seguro que si es esa zona hubiera habido una empresa importante o una transnacional hace mucho tiempo hubieran hecho un puente moderno; pero en esa zona vive por lo general gente humilde no interesa hacer ninguna inversión porque no deja nada gastar ahí; así de simple es este sistema perverso neoliberal, no hay solidaridad, solo codicia, ambición, acaparamiento, miseria para el pueblo y opulencia para los ricos.
Lic. Félix Domínguez
02:53 p.m. 23/10/09
No hay comentarios:
Publicar un comentario