LUCHADOR HASTA LA MUERTE.

LUCHADOR HASTA LA MUERTE.
VIVA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA

EL PUEBLO TIENE DERECHO A COMER


  • LÍDER, ACTIVISTA, ABOGADO, NOTARIO PÚBLICO, EMPRESARIO EXITOSO.
  • SALARIO MÍNIMO JUSTO DE ¢350,000 MENSUALES.
  • LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN CORRUPTO DICTATORIAL DE LOS ARIAS.
  • PROGRESO CON BENFICIO SOCIAL.
  • DEFIENDE CLASE TRABAJADORA, MICRO, PEQUEÑO Y MEDIANOS EMPRESARIOS HONESTOS.
  • CONOCEDOR Y VISIONARIO DE LOS PROBLEMAS DE COSTA RICA.
  • UN PATRIOTA NO SE VENDE NI SE COMPRA.
  • POLITICOS CORRUPTOS DEBEN ESTAR EN LA CÁRCEL, CORRUPCIÓN CANCER DE COSTA RICA.

“La democracia no es algo abstracto, no es que el rico le diga que vive en democracia, no es ir a elecciones cada 4 años. La democracia no es una forma política; es una forma de vida; es acceso al trabajo, estudio, salud, recreación, tranquilidad, es decir; repartir la riqueza a la mayoría, vivir dignamente solo se logra cuando la clase trabajdora tome el poder; hoy la "democracia" capitalista es para los ricos, los demás son simples esclavos modernos”

¡¡¡ BASTA, BASTA, BASTA DE CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN!!!


DESPIERTA PUEBLO, SOLO LA LUCHA ORGANIZA Y BIEN DIRIGIDA NOS HARÁ LIBRES, UNIDOS SEREMOS FUERTES Y VENCEREMOS. VIVA COSTA RICA LIBRE. NO A LOS CORRUPTOS, LADRONES, VENDEPATRIA, NO A LOS POLITICOS TRADICIONALES CORRUPTOS, NO A LA VIEJA POLITICA. NO MINERÍA, NO EXPLOTACIÓN PETROLERA.

sábado, 10 de octubre de 2009

LA NAZIÓN: ENEMIGA DEL PUEBLO COMO SIMPRE, POR ESO ESTA DESPRESTIGIADA, MIENTE, MIENTE, MIENTE, MIENTE,QUE ALGO QUEDA.

EDITORIAL

Desastre sindical en Japdeva

En lo que va del año, Japdeva pierde ¢300 millones, y si la tendencia se mantiene, cerrará el 2009 con ¢1.500 millones de déficit

La institución portuaria es incapaz de adaptarse, como lo harían otras empresas, a las condiciones cambiantes del mercado internacional





http://www.nacion.com

TAMAÑO

Las pérdidas de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), que comentamos en este editorial, y muchos otros males en esta institución, en perjuicio del país, se explican a la luz del reportaje de ayer sobre el informe “Los puertos del Atlántico y la competitividad de Costa Rica”, elaborado para la Comisión Asesora en Alta Tecnología(Caatec), al que nos referiremos en los próximos días. Japdeva ha sido tomada por asalto. Esta es la triste conclusión.

Japdeva administra en condiciones de monopolio los puertos por donde transita la mayor parte del comercio exterior costarricense. Sin embargo, las pérdidas en lo que va del año ascienden a ¢300 millones, y si la tendencia se mantiene, cerrará el 2009 con ¢1.500 millones de déficit. Para el 2010, dice el presidente ejecutivo Francisco Jiménez, los salarios consumirán el 68 por ciento del presupuesto y no está lejano el día en que la institución operará con el único fin de pagar la planilla, en detrimento de las obras de desarrollo de la región. Es cierto que la crisis económica mundial disminuyó las importaciones de este año en un 21 por ciento y las exportaciones en un 30 por ciento, con la consiguiente pérdida de ingresos para la operación portuaria. También es cierto, sin embargo, que los márgenes de rentabilidad de Japdeva, a juzgar por los datos del Presidente Ejecutivo, serían inadmisibles para una empresa con semejante dominio de su mercado aunque el tráfico de mercaderías conservara el volumen de años anteriores.

La crisis causada por la disminución en el trasiego portuario pone de manifiesto un problema de larga data, consistente en la incapacidad de la institución para adaptarse, como lo harían otras empresas, a las condiciones cambiantes del mercado. Japdeva no puede hacerlo porque está sometida a una rígida camisa de fuerza, incapaz de ceder para permitir el acomodo al cambio.

Los compromisos adquiridos en décadas de negociación y renegociación de las convenciones colectivas son pétreos y no ceden aunque el mundo se derrumbe a su alrededor. Por eso el Presidente Ejecutivo hace énfasis en el peso relativo adquirido por las obligaciones salariales apenas decayó el tráfico de mercaderías. La actividad del puerto disminuyó, pero no la carga salarial y los privilegios concedidos mediante convención colectiva.

Es inevitable reflexionar, entonces, sobre la reforma requerida por una operación portuaria que en tiempos de bonanza demostró ser ineficiente y en tiempos de estrechez no cambia. Si la suerte de Japdeva pudiera ser valorada con abstracción de las actividades e intereses afectados, el problema sería menos urgente.

Pero la suerte de la institución está inevitablemente ligada al comercio exterior de un país orientado al desarrollo mediante las exportaciones. En ese contexto, la eficiencia de los puertos, más allá de ser un buen negocio en sí misma, es de vital importancia para el conjunto de la nación.

El Gobierno lo comprende y no escatima esfuerzos para replicar en el Caribe el éxito obtenido con la concesión de puertos en el Pacífico. En ese extremo de la geografía nacional, la crisis económica también afecta el volumen de carga en un 30 por ciento, pero no se reportan pérdidas operativas.

Pese a la caída en los ingresos, la concesionaria mantiene completa la planilla permanente de 160 trabajadores y sigue dando empleo a 600 estibadores contratados a destajo. Además, completó el dragado de su pantalla de atraque mediante la extracción de 700.000 metros cúbicos de arenas finas (limos), arenas gruesas y otros desechos solidificados. El trabajo costó $3,6 millones y aumentó la profundidad del puerto para atraer a navieras que habían dejado de visitarlo. El dragado es una obra de mantenimiento que no se ejecutaba desde hace una década,

El contrato de concesión de Caldera exige al concesionario una productividad mínima de 400 toneladas por hora, que aumentará a 600 toneladas por hora cuando esté lista la terminal granelera, cuya construcción quedó paralizada por un recurso de amparo presentado por la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) y resuelto con extrema lentitud por la Sala Constitucional, que lo declaró sin lugar.

En el ínterin, el costo de la construcción pasó de $23 millones a $52 millones, y ahora el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP) estudia la posibilidad de redimensionar la obra para abaratarla. Pese al atraso en la construcción de la terminal granelera, la concesionaria ya reporta una productividad de 700 toneladas por hora, superando en 100 toneladas la máxima exigencia prevista por el contrato para cuando se dieran las condiciones óptimas. El contraste entre los puertos apenas amerita comentario.

Tomado del periódico La Nación de Costa Rica.

COMENTARIO:

Este periódico golpista esta desprestigiado, sus comentario no tienen ningún valor, los dueños de este periódico son los millonarios de este país y en consecuencia están defendiendo sus intereses personales, es decir que sus empresas ganen más y más, aunque el pueblo se muera de hambre, eso no importa. Sin embargo en una cosa tiene razón este periódico golpista, cuando dice: "no amérita comparación el puerto de Caldera y los Puertos de Limón", el primero privatizado, en Caldera se esta explotando a los trabajadores, se les quito las garantías sociales, porque contratan por medio de la figura servicios profesionales o sociedades anonimas, lo que hacían dos lo hace uno por el mismo salario de antes, se engaños a los antiguos muelleros, no les dierón lo prometido para, para que permitieran su privatización; tiene razón este periódico golpista en el sentido que ha sido un éxito la privatización de Puerto Caldera, pero no dice para quien, únicamente para los dueños actuales, porque han obtenido grandes ganancias, sin que se haya puesto un ladrillo en las instlaciones y en el Puerto de Puntarenas, no tienen responsabilidad social y no pagan impuestos, si acaso los mínimos de ley, este puerto no significa nada para puntarenas en terminos de progreso social, las empresas tienen y deben tener responsabilidad social. BASTA YA DE CORRUPCIÓN Y ENGAÑOS.

Lic. Félix Domínguez

06:55 10/10/09


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