Allanada municipalidad durante ocho horas
Detenidos alcalde y vicealcaldesas de Limón
Ministerio Público les atribuye los delitos de peculado y prevaricato
Casos están relacionados con permiso a casino y pago a vicealcaldes
Limón. El alcalde y las dos vicealcaldesas de Limón fueron detenidos ayer después de un allanamiento a la municipalidad que se prolongó durante ocho horas.
La acción judicial está relacionada con una investigación sobre el otorgamiento de una patente para el funcionamiento de un casino y el pago de salario a las dos vicealcaldesas, informó la oficina de prensa del Ministerio Público.
Los aprehendidos son el alcalde, Eduardo Barboza Orias, de 46 años, y las vicealcaldesas, Emilce Flores Barquero, de 54, y Lissa Freckleton Owens, de 31.
La Fiscalía les abrió una causa penal por los delitos de peculado (sustracción de bienes del Estado), penado de 3 a 12 años de cárcel, y el de prevaricato (dictar resoluciones contrarias a la ley), que se sanciona con prisión de dos a seis años.
A los implicados se les indagaba anoche en la Fiscalía de Limón. Luego, el caso iría al Juzgado Penal de Hacienda en Goicoechea.
Operativo. La acción policial la ejecutaron la Fiscalía Adjunta de Limón con el apoyo de agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y de la Fuerza Pública.
Se inició a las 8 a. m., solo minutos después de que Barboza ingresó al edificio municipal, situado frente al parque Vargas.
El Ministerio Público informó de que en el allanamiento se recogió importante documentación relacionada con la investigación.
Mario Chaves Cambronero, abogado de la Municipalidad, explicó con relación a las pesquisas que el cargo de vicealcalde no tiene retribución económica ni funciones específicas, excepto sustituir al alcalde cuando este falta.
“Por eso, el alcalde, debido a las múltiples ocupaciones municipales, las contrata por servicios profesionales para que desempeñen diversas funciones.
“Eso es permitido por la legislación, siempre que ellas no cobren viáticos y ellas no lo hicieron”, severó Chaves. Colaboró el corresponsal Róger Amoretty.Tomado del periódico La Nación de Costa Rica.
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