Juan R. Quesada Camacho | juanquesada@costarricense.cr
¡Qué lección de Educación Cívica!
Catedrático de la Universidad de Costa Rica, Historiador
Es muy difícil expresar en pocas palabras el asombro y el desconcierto provocados por el hecho de que, según Federico de Faría, alcalde interino de Tibás, él recibió presión –entre diez y quince llamadas– de la Casa Presidencial y del precandidato liberacionista Johnny Araya, para que autorizara el concierto del cantante mexicano Vicente Fernández. Esto, a pesar de que la opinión pública conocía bien que la empresa promotora de ese espectáculo no solicitó los permisos necesarios, de acuerdo con los plazos estipulados por la legislación pertinente, ante el Ministerio de Salud y el gobierno municipal mencionado.
Hadas políticas. Pareciera ser que, por desdicha, en nuestro país se transgrede la ley debido a la intervención de “hadas madrinas del poder político”, o de “autoridades políticas superiores”. En el caso que nos ocupa, de haberse producido otra “torcedura de brazo” –con el pretexto de que “los trámites en este país son demasiados engorrosos”–, se habría ocasionado un daño gravísimo a la institucionalidad democrática costarricense.
En efecto, además de que se habría desautorizado (puesto en ridículo) a la ministra María Luisa Ávila, se habría jugado con la seguridad y la salud de los admiradores del charro mexicano. Y se habría quebrantado seriamente el Estado de derecho, el imperio de la ley.
Si la clase política, si los aspirantes a ocupar los máximos cargos públicos se comportan de esa manera, cabe preguntarse: ¿de qué sirve que el Ministerio de Educación Pública –con el dinero de todos los costarricenses– pague sumas millonarias para la elaboración de estrategias didácticas que supuestamente hacen más atractiva la Educación Cívica? ¿No sería, acaso, más efectivo y vivencial, que en todas las escuelas y colegios del país se analizara el ejemplarizante comportamiento del vicealcalde del antiguo San Juan del MurciélTomado de la Nación 16/04/09
Este artículo retrata a los politicos tradicionales de Costa Rica, no les importa violar las leyes, nuestro estado de derecho, creen que son dueños de este pais y pueden hacer lo que les venga en ganas, uno miembro del Regimén de los Hermanos Arias: Rodrigo Arias y el otro del mismo Partido Politoco Corrupto Liberación Nacional y con aspiraciones a ser presidente de la Republica Jhonny Araya, por sus actitudes ambos son corruptos, no les importa la autonomía municipal, las leyes, la patria, los trabajadores, solo les importa su ego y punto. Estos son los gobernantes que teneosmo y los que nos quieren seguir gobernando. Fuera los corruptos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario