Barrio Chino en Pital, San Carlos
Pandilleros cobran ¢5.000 a vecinos para no asaltarlos
Amenazan de muerte a lugareños que osan hablar con las autoridades
Fiscalía insta a cuerpos policiales a definir manera de enfrentar pandillas
Delincuentes que integran pandillas en el llamado barrio Chino, en el distrito de Pital, cantón de San Carlos, Alajuela, cobran ¢5.000, a manera de “peaje”, a algunos vecinos para no asaltarlos.
Esta situación ocurre desde hace varios meses, pero pocos lugareños se han atrevido a presentar la denuncia.
Fue en la mañana del domingo anterior, luego de un homicidio en esa barriada, que un vecino se animó a hablar del tema.
Se trata de un vigilante de apellido Rojas, quien aseguró a las autoridades judiciales que le han cobrado, en los últimos dos meses, dos veces para ingresar “sin que me pase nada malo”.
Las extorsiones ocurrieron de noche y fueron hechas por jóvenes armados con cuchillos.
Lo mismo, según dijo este hombre, cuya identidad completa se mantiene en secreto, le sucede a otros vecinos, pero guardan silencio porque temen por su vida y la de sus familiares.
Las personas que osan acudir a las autoridades, o dar informes sobre el barrio a la Policía, son amenazadas de muerte.
Sus casas, confirmaron las autoridades, son apedreadas y algunas han sido pintadas con leyendas para intimidarlas.
Les advierten que “son unos sapos” y les aclaran: “Aquí mandamos nosotros, no la Policía”.
Al menos tres familias, de acuerdo con informes policiales, se vieron obligadas a abandonar la barriada tras ser amenazadas.
La Fiscalía Adjunta de San Carlos inició ayer las pesquisas del caso y esperaba entrevistar a vecinos para reunir pruebas contra los pandilleros, algunos de ellos plenamente identificados por la Policía.
Crimen y denuncias. Estos hechos quedaron al descubierto la madrugada del domingo luego del asesinato de Leopoldo Taleno Martínez, a quien ultimaron de un balazo, a quemarropa, por pedir comida.
El presunto autor del crimen, de apellido Bravo, disparó contra una ambulancia de la Cruz Roja para impedir que los paramédicos atendieran a la víctima, según informó la Fiscalía.
La Policía se vio obligada a intervenir “con fuerza” y logró controlar la situación tras recibir una lluvia de piedras.
Algunos vecinos aprovecharon entonces para denunciar el acoso diario del cual son víctimas.
“Vivir aquí es una pesadilla. No se puede salir porque hay peligro todo el tiempo. Alguien tiene que ayudarnos”, expresó Ana Martínez. Ella pidió la instalación de un puesto policial las 24 horas.
La situación reinante en el “barrio Chino” fue confirmada por la fiscal sancarleña Alba Campos, quien anunció que coordinará con “los cuerpos policiales” para buscar soluciones inmediatas.
“Estos acontecimientos preocupan al Ministerio Público”, dijo.
La Fuerza Pública no cuenta con delegación permanente en esta barriada, a la cual solo envía radiopatrullas en caso de trifulcas.
“Definitivamente es un sitio peligroso; algunas veces no respetan ni a la Policía”, reconoció Edwin Badilla, de la Fuerza Pública local.
Oficiales de Migración también visitarán la barriada en procura de detectar a indocumentadosTomada del periódico La Nación de Costa Rica.
Esto no se cura con mas policías y en consecuencia más represión, estas medidas tienen y deben de ir de la mano con una justa repartición de la riqueza en Costa Rica que es la madre de todos nuestros problemas, mientras la mayoría viva en la miseria y unos pocos no encuentren donde guardar su dinero, vamos camino a una guerra civil solapada, esto que pasa en estos barrios es el inicio, pero nadie sabe hasta donde llegará, tenemos que dar oportunidades a los jóvenes y no pensar solo en cuanto dinero gano, que es la política de este gobierno que se olvido de los pobres.
Lic. Félix Domínguez
Partido Vanguardia Popúlar
07:07 del 18/08/09
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