“La hormiga trabaja duro durante el verano y guarda provisiones para el invierno. Entretanto, la cigarra canta toda la temporada, pensando que la hormiga es una estúpida. Pero llega el crudo invierno y mientras la hormiga se refocila en el calo de su cueva y tiene todo para comer, la cigarra se congela y muere”. Así lo contó Esopo, el autor de la fabula.
Eran otros tiempos según un costarricense. Al llegar el invierno, la cigarra convoca a una reunión periodística para denunciar que mientras que la hormiga la pasa bien, otros “con menos surte” sufren las calamidades en general entre otras el frío, hambre, etc. Etc.. Las escenas de la pobre cigarra se pasan en directo y a todo color por la televisión y periódicos de circulación nacional, haciendo evidente sus penalidades con las comodidades que tiene la hormiga. Los costarricenses, que por tradición tienen una gran sensibilidad social, se preguntan cómo es posible que en un país que se precia de ser ejemplo de democracia para el mundo se puedan dar tales “injusticias”.
Ante la presión pública incidida por las noticias, el gobierno de turno aumenta inmediatamente los impuestos a la hormiga, a la que acusan de prosperar a costa de de las trabajadoras cigarras (canta y canta hasta que muere). Además el gobierno decreta la igualdad social para poderse a tono con la idiosincrasia costarricense y hacer honor al ejemplo de democracia que ostentamos y condena la discriminación económica. Como el aumento al impuesto no había sido presupuestado por la hormiga, esta no puede hacer frente a una decisión intespectiva y el gobierno confisca su casa (almacén) para cubrir la deuda con el Fisco. A causa del acoso que sufre, la hormiga deja Costa Rica y se marcha a vivir a El Salvador.
Entretanto, apenas comienza el invierno la cigarra ha consumido las provisiones del almacén de la hormiga confiscado. La casa de la hormiga se deterioro y se transformo por último en un refugio de indigentes y toda clase de gente, por cuanto la cigarra nunca le dio mantenimiento. Todo ello genera un ciclo vicios al gobierno a crear una gran comisión que se encarga a solucionar el problema creado y dar una solución, la cual generalmente incentiva a la cigarra. Mientras la cigarra muere cantando y la casa se destruye completamente dicha casa.
LAS CONSECUENCIAS DE NO ENSEÑAR ESPECIALMENTE MORAL
¿Qué pasa con la hormiga?. Al estar en un país respetuoso de las regalas del juego, ella como buena emprendedora rehace su fortuna, beneficia a la sociedad en general y vive feliz para toda su vida.
El gobierno de su país nos dice el ciudadano costarricense no logra todavía entender las enseñanzas de Esopo que están tan claras por cierto, es cuestión de decisiones políticas de acorde a nuestros tiempos en relación al contexto mundial económico y social. Si quieres esta bien, tienes y debes de trabajar y ser responsables de todos tus actos. Nadie en este mundo prospera siendo irresponsable, haragán, dedicado a ocupaciones ilícitas, aunque estas últimas puede hacer ricos algunos mafiosos pero no por mucho tiempo.
Antes los niños leían las fabulas de Esopo por las grandes enseñanza que dejan, la formación moral del estudiante se lograba con el ejemplo de sus padres, con historias edificantes y aprendiendo y practicando los Diez Mandamientos en las clases de moral y en sus respectivos hogares. En alto porcentaje de la delincuencia que azota a nuestro pueblo es el efecto de haber abandonado la moral el las aulas. El de asombrarse que gran parte de los costarricenses cree que no hay reglas para determinar si algo es bueno o malo.
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