EDITORIAL
DE TRAIDOR A LA PATRIA A HÉROE
EDITORIAL
DE TRAIDOR A LA PATRIA A HÉROE
Por William Gómez V.
A Juan Rafael Mora Porras no se le fusiló en Puntarenas porque no sabía nadar, o porque era muy feo, sino por traición a la patria. Por haber invadido el territorio nacional con un grupo de mercenarios salvadoreños a matar costarricenses para retomar la soberanía del país, volver a ser el soberano de Costa Rica y eso, señores, según el Artículo 3 de nuestra Constitución, es traición a la patria.
Aún más, el Artículo 4 dice textualmente: “Ninguna persona o reunión de personas puede asumir la representación del pueblo, arrogarse sus derechos, o hacer peticiones a su nombre. La infracción a este artículo será sedición”. Y Mora Porras no se limitó a una “reunión de personas para asumir la representación del pueblo y arrogarse sus derechos…” sino que fue más allá, los trajo armados, en su mayoría extranjeros, y a matar a los costarricenses que se opusieran a su deseo.
Cuando esta invasión se suscitó era el 16 de setiembre de 1860 y desde diciembre de 1859 una Asamblea Constituyente había emitido una nueva Carta Fundamental (Constitución) y se había electo un nuevo presidente, el doctor José María Montealegre, precisamente ex cuñado de Mora Porras. O sea había un Estado de derecho, el cual vino a derrocar por la fuerza de las armas.
Por otro lado, nombrarlo como “libertador” es otra barbaridad, pues ¿de quién nos liberó? ¡De nadie! Lo que hizo como presidente de la República en 1856 fue repeler una invasión extranjera, pero no liberarnos de un imperio o cosa parecida.
Lo que sucede es que la influencia de Hugo Chávez y sus seguidores ha venido tratando de crear héroes antiyanquis con la etiqueta de “libertadores” como su Simón Bolívar para reforzar una posición latinoamericana anti Estados Unidos.
Que el trabajo de Juan Rafael Mora Porras durante la campaña contra los filibusteros fue magnífica, eso nadie se lo quita. Aunque era su deber como presidente del país organizarnos y repeler una invasión extranjera, su arrojo, empuje y proclamas fueron fundamentales para motivar y llenar de fervor patrio a los costarricenses para irse a jugar la vida contra un enemigo mejor entrenado y con mejores armas que las nuestras. Eso nadie se lo podrá quitar.
Pero su acción posterior la puedo comparar como si tuviera un guardaespaldas que me salva la vida de un asaltante y ya por cumplir con su deber, entonces asume que es mi dueño y que puede hacer de mí lo que quiera, incluso matarme para ocupar mi puesto.
Entonces ese guardaespaldas pasa de ser un héroe a ser un traidor y ese es el caso de Juan Rafael Mora Porras, aunque a algunos no les guste, pero la verdad es esa y la Sala Constitucional sabrá resolver la acción que se presente cuando el acuerdo de nombrar un traidor a la patria como héroe y libertador quede en firme.
El problema en este país es decir la verdad, pero hay que decirla y afrontar sus consecuencias, aunque sea uno minoría.
Tomada del periódico Diario Extra de Costa Rica.
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