Apoyo de ministros a uniones de homosexuales enoja a la Iglesia
Grupos católicos acuden al Presidente para abogar por ‘ley natural’ y ‘valores’
Tema vuelve a calentarse a menos de dos meses de que acabe este gobierno
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Álvaro Murillo alvaromurillo@nacion.com 10:08 p.m. 19/03/2010
La posibilidad de que los homosexuales puedan unirse en parejas con derechos legales tiene enfrentado a un grupo de ministros del Gobierno con representantes de sectores católicos.
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Cientos se manifestaron en noviembre para defender lo que ellos consideran una “amenaza” a la figura del matrimonio. La marcha la organizó el Observatorio Ciudadano, uno de los grupos que criticó a los ministros. Archivo
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El choque se originó después de que cinco ministros pidieron al presidente Óscar Arias impulsar el proyecto de ley 16.390, que circula en la Asamblea Legislativa. Este plan da a homosexuales derecho a obtener herencias de sus parejas o pedir créditos mancomunados con ellas, entre otras opciones que ahora son exclusivas de los matrimonios entre heterosexuales.
Los funcionarios apoyan el proyecto de ley y además atendieron la solicitud de personas que se comunicaron con ellos en Twitter (red social en Internet). Ellos son María Luisa Ávila (Salud), Leonardo Garnier (Educación), Roberto Gallardo (Planificación), Marco Vinicio Ruiz (Comercio Exterior) y María Elena Carballo (Cultura).
La respuesta no se hizo esperar. Un grupo llamado Observatorio Ciudadano tomó las fotografías de cada uno de los ministros y, en un campo pagado en un periódico nacional, solicitó a Arias no escuchar tal solicitud.
“Reconocer legalmente las uniones homosexuales es convertirlas en modelo para la sociedad”, decía el texto de la organización acerca del tema que volvió a calentarse a menos de dos meses de que expire el gobierno de Arias.
También el obispo Francisco Ulloa, presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, escribió a Arias para decirle que “reconocer legalmente la unión entre dos personas del mismo sexo es una afrenta para la sociedad.
“Nos preocupa que este proyecto llamado ‘sociedades de convivencia’ es un proyecto maquillado, igual que el de uniones civiles. Solo le cambiaron el nombre. En el fondo quieren homologarse con la figura del matrimonio. No hay ninguna distinción”, agregó después en declaraciones a este medio.
Y agregó: “Por supuesto que nos preocupa que gente del Gobierno vaya proponiendo estos proyectos que van en contra de los principios cristianos y, sobre todo, contra la ley natural. No es un capricho de la Iglesia. Otros hermanos cristianos también están preocupados”.
María Luisa Ávila dijo respetar el criterio de la Iglesia, pero lamentó que este vaya acompañado de intolerancia contra la posibilidad de discutir el tema en el Congreso. “Jesucristo predicó la tolerancia y el respeto por todos. Uno debería ser más cristiano en ese sentido”.
Tanto Gallardo como Carballo agregaron que esta no es una discusión religiosa, sino centrada en los derechos humanos.
“Son cientos, si no miles de parejas a las cuales se les coartan derechos básicos. Nadie está hablando de adopción ni de matrimonio, sino de poder pedir un crédito mancomunado en un banco. Eso es todo”, argumentó Gallardo.
Admitió que las seis semanas restantes de este gobierno no alcanzarán para aprobar el proyecto, pero “realizar el debate tendría un alto valor simbólico”.
Carballo dijo que confía en que el país dé pronto el paso adoptado pro España y México D. F., que tienen valores tradicionales similares a los de Costa Rica.
Tomado del periódico La Nación de Costa Rica.
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