IGLESIA CATOLICA: ESTA DESPRESTIGIADA, SE QUEDO EN LOS TIEMPOS DE LA INQUISICIÓN, ESTA OBSOLETA, ES CORRUPTA, NO EVOLUCIONO, NO AUTORIDAD MORAL.

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¿Es esa la moral de la Iglesia Católica?
Resulta detestable la doble moral de la jerarquía católica

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Jorge Jiménez Catedrático UCR 07:40 a.m. 21/03/2010

“Hubo alumnos que me contaron durante giras (del coro) cómo los trataban (...) pero no me dieron a entender que había que hacer algo” (La Nación, 09/3/2010). Lo anterior lo respondió Georg Ratzinger obispo alemán, hermano del Papa, director durante 30 años (1964-1994) de un coro infantil de la ciudad de Ratisbona, en el que se les aplicaba castigos severos y se abusaba sexualmente de los niños.

Durante esas tres décadas, el religioso “no se dio cuenta de nada”, mientras uno de los exalumnos del coro, el compositor Frans Wittenbrink, declaró que “todos lo sabíamos y no me puedo explicar cómo' Georg Ratzinger no podía estar al corriente” (La Nación, 9/3/2010).

Esta es una más de la incesante cadena de denuncias contra la Iglesia Católica por maltratos y violaciones de menores realizadas en los últimos años y que han puesto de relieve la condición mafiosa e inmoral de algunas autoridades religiosas católicas.

Según se lee en la edición de La Nación del 16 de marzo, tales denuncias han llegado a “salpicar al actual pontífice, cuestionado por un diario alemán por haber hospedado a un cura sospechoso de pedofilia cuando dirigía la diócesis de Múnich y afectado a la prestigiosa coral que el hermano del papa Benedicto XVI, obispo Georg Ratzinger, dirigió por 30 años”.

Muchos adultos que de niños fueron maltratados y víctimas de abuso por curas, han venido denunciando las agresiones sufridas y el encubrimiento institucional de esos delitos, cuya responsabilidad ahora recae en las más altas esferas de la jerarquía, tales como el Papa, su hermano y una gran cantidad de obispos.

Tan solo en los Estados Unidos, a inicios del año 2000, las denuncias involucraron a más de 4000 curas católicos; en Irlanda en el informe Ryan se denunció “que miles de menores fueron objeto de abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas en instituciones estatales irlandesas regentadas por religiosos católicos durante casi 70 años' y tras conocerse el Informe Murphy, se sacó a la luz que durante los últimos 30 años por lo menos 400 niños fueron víctimas de abusos cometidos por 46 sacerdotes de la archidiócesis de Dublín” (Diario El País, EFE - Ciudad del Vaticano - 15/2/2010). Corrupción. Sorprende, aunque muchos lo sospecháramos, el nivel de corrupción al interior de la Iglesia Católica y el descaro con que las autoridades eclesiásticas se han tomado los hechos, encubriendo a delincuentes con sotana y, por lo que poco a poco se va conociendo, encubriéndose ellos mismos de posibles incriminaciones en ese tipo de delitos.

En Brasil y Chile se han denunciado también la participación de “dos monseñores y un sacerdote” y se han publicado “imágenes de cámara oculta en las que aparece el padre brasileño Luis Marques Barbosa, de 82 años, manteniendo relaciones sexuales con un joven en el estado nordestino de Alagoas” (La Nación, 16/03/2010).

En especial, resulta detestable esa doble moral de la jerarquía católica que se llena la boca hablando de superioridad moral, defensa de la familia, del derecho natural y del bien común, cuando dirigen y favorecen a una legión de curas que torturan y abusan de los niños que están bajo su responsabilidad.

Todo este desastre moral debe tomarse muy en serio en nuestro país —en donde ha habido también sonados casos de corrupción de ese tipo— y realizar la reformas constitucionales que conviertan a Costa Rica en un estado laico y republicano, al igual que la mayoría de los países occidentales, que garantice el respeto efectivo de los derechos humanos y que separe a la Iglesia Católica de funciones tales como la educación pública en las que ha demostrado una vergonzosa corrupción moral y legal

Tomado del periódico La Nación de Costa Rica.