LUCHADOR HASTA LA MUERTE.

LUCHADOR HASTA LA MUERTE.
VIVA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA

EL PUEBLO TIENE DERECHO A COMER


  • LÍDER, ACTIVISTA, ABOGADO, NOTARIO PÚBLICO, EMPRESARIO EXITOSO.
  • SALARIO MÍNIMO JUSTO DE ¢350,000 MENSUALES.
  • LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN CORRUPTO DICTATORIAL DE LOS ARIAS.
  • PROGRESO CON BENFICIO SOCIAL.
  • DEFIENDE CLASE TRABAJADORA, MICRO, PEQUEÑO Y MEDIANOS EMPRESARIOS HONESTOS.
  • CONOCEDOR Y VISIONARIO DE LOS PROBLEMAS DE COSTA RICA.
  • UN PATRIOTA NO SE VENDE NI SE COMPRA.
  • POLITICOS CORRUPTOS DEBEN ESTAR EN LA CÁRCEL, CORRUPCIÓN CANCER DE COSTA RICA.

“La democracia no es algo abstracto, no es que el rico le diga que vive en democracia, no es ir a elecciones cada 4 años. La democracia no es una forma política; es una forma de vida; es acceso al trabajo, estudio, salud, recreación, tranquilidad, es decir; repartir la riqueza a la mayoría, vivir dignamente solo se logra cuando la clase trabajdora tome el poder; hoy la "democracia" capitalista es para los ricos, los demás son simples esclavos modernos”

¡¡¡ BASTA, BASTA, BASTA DE CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN!!!


DESPIERTA PUEBLO, SOLO LA LUCHA ORGANIZA Y BIEN DIRIGIDA NOS HARÁ LIBRES, UNIDOS SEREMOS FUERTES Y VENCEREMOS. VIVA COSTA RICA LIBRE. NO A LOS CORRUPTOS, LADRONES, VENDEPATRIA, NO A LOS POLITICOS TRADICIONALES CORRUPTOS, NO A LA VIEJA POLITICA. NO MINERÍA, NO EXPLOTACIÓN PETROLERA.

domingo, 28 de marzo de 2010

LAURA CHINCHILLA: ¿INDEPENDIENTE O LACAYA? LA "GESTAPO TICA" NO ADMINTE NI LA MÍNIMA DISCUSIÓN, SIMPLEMENTE DEBE CERRARSE, SIRVE CONTRA OPOSITORES.

Columnista
Ojo Crítico

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1 comentarios

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Rodolfo Cerdas Politólogo 08:09 p.m. 27/03/2010

Hizo muy bien doña Laura en no dejarse engatusar con el Código de Ética con que quisieron endulzarla, desde el Ministerio de la Presidencia, para eludir la reforma de la DIS. Su respuesta no rechazó la iniciativa, pero dejó claro que ahí lo que se requiere es una reestructuración total y una redefinición a fondo de sus funciones, controles, objetivos y métodos de trabajo.

La seguridad nacional y la toma de decisiones requieren, en un Estado moderno y democrático, un organismo de información del Estado que se corresponda, pero de verdad, con su naturaleza. Contra la maledicencia de los sicofantes y lambiscosos de esta administración –que decían que las críticas eran por inquina personal contra el Presidente o por la búsqueda de poder–, los hechos han sido tercos y ahora doña Laura, con valentía y decisión, rectifica el rumbo y abre un amplio horizonte paran fortalecer y modernizar al Estado.

Claro que hay que aprovechar las experiencias internacionales acumuladas. Pero eso no debe dar pie a que se convierta en el reducto de cuanto servicio de inteligencia ande dando vueltas en el planeta. Debe ser nuestro y para nosotros, no una agencia de doble y triple sueldo y patrón, como en tantas oportunidades. Obviamente, no se trata de un SIM, estilo Trujillo, o los servicios que violaron derechos humanos en España en el gobierno de Felipe González; menos las unilateralidades, torturas y pifias de la CIA, que no supo dónde estaba la embajada china en Teherán, pese a estar registrada en la guía telefónica; ni mucho menos de servidores que hundan al Ejecutivo en un vergonzoso Watergate. Ni se quiere eso, ni hay plata para pagarlo. Y no lo debe pagar nadie más, porque por la música baila el perro.

La reestructuración de la DIS abre un horizonte inédito que debe ser bien aprovechado. Primero, porque la calidad humana, profesional y política de los nuevos ministros permite tener una consejería de gran valor y una excepcional visión política e institucional de sus alcances, significados y peligros. Segundo, porque la escogencia en Seguridad Pública brinda un equipo especializado, capaz de asesorar y valorar críticamente sugerencias y propuestas, especialmente si se garantiza la contribución esencial del jefe del Ministerio Público, el director del OIJ y el presidente de la Corte. Y, tercero, porque todo esto, y dada la reconocida capacidad de negociación del ministro de la Presidencia Vargas, sin duda generará la confianza de las demás fuerzas políticas y sociales del país.

Con una reforma así planteada, el éxito del proyecto no depende de un nuevo reglamento legislativo. Porque se trata de modernizar el Estado –no el Gobierno–, mediante controles democráticos y con respeto a los derechos humanos.

Tomado del periódico La Nación de Costa Rica.

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