LUCHADOR HASTA LA MUERTE.

LUCHADOR HASTA LA MUERTE.
VIVA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA

EL PUEBLO TIENE DERECHO A COMER


  • LÍDER, ACTIVISTA, ABOGADO, NOTARIO PÚBLICO, EMPRESARIO EXITOSO.
  • SALARIO MÍNIMO JUSTO DE ¢350,000 MENSUALES.
  • LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN CORRUPTO DICTATORIAL DE LOS ARIAS.
  • PROGRESO CON BENFICIO SOCIAL.
  • DEFIENDE CLASE TRABAJADORA, MICRO, PEQUEÑO Y MEDIANOS EMPRESARIOS HONESTOS.
  • CONOCEDOR Y VISIONARIO DE LOS PROBLEMAS DE COSTA RICA.
  • UN PATRIOTA NO SE VENDE NI SE COMPRA.
  • POLITICOS CORRUPTOS DEBEN ESTAR EN LA CÁRCEL, CORRUPCIÓN CANCER DE COSTA RICA.

“La democracia no es algo abstracto, no es que el rico le diga que vive en democracia, no es ir a elecciones cada 4 años. La democracia no es una forma política; es una forma de vida; es acceso al trabajo, estudio, salud, recreación, tranquilidad, es decir; repartir la riqueza a la mayoría, vivir dignamente solo se logra cuando la clase trabajdora tome el poder; hoy la "democracia" capitalista es para los ricos, los demás son simples esclavos modernos”

¡¡¡ BASTA, BASTA, BASTA DE CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN!!!


DESPIERTA PUEBLO, SOLO LA LUCHA ORGANIZA Y BIEN DIRIGIDA NOS HARÁ LIBRES, UNIDOS SEREMOS FUERTES Y VENCEREMOS. VIVA COSTA RICA LIBRE. NO A LOS CORRUPTOS, LADRONES, VENDEPATRIA, NO A LOS POLITICOS TRADICIONALES CORRUPTOS, NO A LA VIEJA POLITICA. NO MINERÍA, NO EXPLOTACIÓN PETROLERA.

sábado, 28 de mayo de 2011

HONDURAS: 28 DE MAYO 2011 DÍA HISTORICO, GLORIOSO PARA LATINOAMERICA, ESTADO CAVERNICOLA INSOSTENIBLE EN HONDURAS, REVOLUCIÓN YA.

Viene Mel

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El regreso del ex-presidente José Manuel Zelaya Rosales al suelo patrio es motivo de una movilización política sin precedentes en nuestro país, y pone de nuevo la figura del mandatario derrocado en el primer plano de la atención mundial.

El solo hecho de que la repatriación del ex–presidente Zelaya haya convocado figuras relevantes del escenario político latinoamericano, entre ellas el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, el presidente Daniel Ortega Saavedra, de Nicaragua, y los cancilleres Holguín y Maduro, de Colombia y Venezuela, que lo acompañan, refleja la magnitud de este evento de trascendencia continental.

En un ambiente nacional de gran expectativa, la celebración del retorno del líder de la oposición al golpe de Estado 28-J y del proceso de restauración institucional –que previamente contempla la reconciliación de la familia hondureña—abarca todo el país, en los caseríos, las aldeas y las ciudades.

Se trata, por lo tanto, de una sorprendente demostración del despertar democrático del pueblo hondureño, que se sintió mortalmente sacudido por la asonada militar del 28 de junio de 2009, una fecha que ha quedado grabada en el imaginario colectivo como el fin de la tolerancia al formalismo democrático, y, al mismo tiempo, el inicio de la lucha por la reivindicación de la soberanía popular y la instauración de la democracia participativa.

En la dimensión latinoamericana, el regreso del ex–presidente Zelaya es parte del proceso de legitimación del americanismo propugnado, en sus orígenes, por Simón Bolívar y José Cecilio del Valle, y que ahora cristaliza en la UNASUR, en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y en la rehabilitación de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En el interior de Honduras, para algunos este día, 28 de mayo de 2011, es el cierre de una etapa y el principio de otra, en la que habrá de trazarse la ruta para avanzar en la refundación del Estado y la construcción de una nueva sociedad. En realidad, de lo que se trata es del principio del fin de la crisis política, dentro del proceso de transformación nacional que estamos obligados emprender sin más demora.

Como corresponde a un proceso político de grandes alcances, la forma en que irá desarrollándose está sujeta a diversos factores y circunstancias, muchos de ellos impredecibles. En consecuencia, la emotividad tendrá que dar paso al análisis objetivo de nuestra realidad, y, conforme a ese análisis, procurar –en la medida de lo posible— la concepción de un genuino pacto social, ciertamente incluyente y equitativo.

Ese es, precisamente, el sentido de la demanda a la convocatoria del poder constituyente que tanta controversia genera, pero que, en último análisis, es la clave de la legitimación institucional y constitucional que Honduras y su sociedad necesitan para incorporarse, en condiciones apropiadas, en la modernidad y la dinámica evolutiva de la democracia participativa.

La mejor prueba de que ese proceso de transformación nacional tiene posibilidades de éxito la tenemos este día, en el que inmensas multitudes populares, de todos los niveles sociales, de diversas militancias políticas y de diferentes vocaciones ideológicas se vuelcan en las calles, en demanda de libertad, democracia y respecto a la dignidad humana.

Y esta demostración es tan fuerte, que devuelve la fe en el porvenir de Honduras.

Mayo 28 DE 2011

Tomado del periódico El Tiempo de Honduras.

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