Julio Rodríguez envela@nacion.co.cr 08:52 a.m. 03/08/2010
El tema de hoy de esta columna versaba –lo confieso– sobre las malezas y charrales que recubren ciertos lotes destartalados en el corazón de San José, cerca de la catedral o del restaurado Colegio de Señoritas, y que, a la entrada de la capital, 500 metros antes de llegar a la Datsun, por La Sabana, alcanzan todos su esplendor.
Pues bien, esas ideas revoloteaban en mi mente, cuando hete aquí que reparo en un artículo en un periódico matinal donde el analista nos espeta lo siguiente: “La situación geográfica de nuestra pequeña Costa Rica, como parte de la estratégica Cuenca del Caribe, la convierte en una pieza fundamental en el ajedrez de la geopolítica mundial.
Por eso, se la quiere convertir (gracias al patrullaje conjunto Costa Rica-EE. UU.) en un portaaviones del Pentágono”. Al diablo, las nimiedades de la maleza, la suciedad y los charrales y con ellas el asalto del narcotráfico. La cuestión vital es geopolítica. ¿Cómo no lo habíamos advertido?
“En el caso de Costa Rica –dice el avisado analista tico– les interesa (a los gringos) controlar el mar Caribe por razones geopolíticas: el que controla el mar Caribe es dueño de América, pues este mar une las dos moles continentales del norte y del sur”. Y prosigue: “Todo esto se da en un contexto internacional especialmente grave. Las posibilidad de una guerra contra Irán son reales' y en el caso de un conflicto en el Oriente Medio, los yanquis necesitan el petróleo de Venezuela que les queda más cerca”. Y, como si esto fuera poco, “la crisis laboral se les viene encima a EE. UU.” con su cohorte de desocupados. Y ¿qué hace el capitalismo? El analista responde: “La única solución que siempre ha tenido el capitalismo es recurrir a la guerra' que sirve para suprimir las libertades públicas, alegando que hay un enemigo externo”. ¿Cómo ocurrió contra los nazis?, pregunta tímidamente este columnista semianalfabeto.
Pero, aquí no para la cosa. El patrullaje conjunto tico-gringo, en este “traspatio o patrio trasero”, que somos nosotros, “es una demostración de fuerza –anuncia el analista– dado que EE. UU. está perdiendo la guerra en Afganistán y en Irak. Y esta hecatombe podría alcanzar incluso a Paquistán”.
Y, luego, nos dice: “En el Extremo Oriente se impone el poderío chino' y, como sabemos, desde la Guerra de Troya, es dueño del mundo el que controla las vías de comercio mundial”. Y todo ¿por qué?, grita el analista. Y responde: “Por la infame claudicación de las derechas (Liberación y Libertarios) con el patrullaje”.
Este es nuestro futuro. Hasta luego, amigos. Nos vemos en Managua.
Tomado del periódico la Nación de Costa Rica.
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