LUCHADOR HASTA LA MUERTE.

LUCHADOR HASTA LA MUERTE.
VIVA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA

EL PUEBLO TIENE DERECHO A COMER


  • LÍDER, ACTIVISTA, ABOGADO, NOTARIO PÚBLICO, EMPRESARIO EXITOSO.
  • SALARIO MÍNIMO JUSTO DE ¢350,000 MENSUALES.
  • LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN CORRUPTO DICTATORIAL DE LOS ARIAS.
  • PROGRESO CON BENFICIO SOCIAL.
  • DEFIENDE CLASE TRABAJADORA, MICRO, PEQUEÑO Y MEDIANOS EMPRESARIOS HONESTOS.
  • CONOCEDOR Y VISIONARIO DE LOS PROBLEMAS DE COSTA RICA.
  • UN PATRIOTA NO SE VENDE NI SE COMPRA.
  • POLITICOS CORRUPTOS DEBEN ESTAR EN LA CÁRCEL, CORRUPCIÓN CANCER DE COSTA RICA.

“La democracia no es algo abstracto, no es que el rico le diga que vive en democracia, no es ir a elecciones cada 4 años. La democracia no es una forma política; es una forma de vida; es acceso al trabajo, estudio, salud, recreación, tranquilidad, es decir; repartir la riqueza a la mayoría, vivir dignamente solo se logra cuando la clase trabajdora tome el poder; hoy la "democracia" capitalista es para los ricos, los demás son simples esclavos modernos”

¡¡¡ BASTA, BASTA, BASTA DE CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN!!!


DESPIERTA PUEBLO, SOLO LA LUCHA ORGANIZA Y BIEN DIRIGIDA NOS HARÁ LIBRES, UNIDOS SEREMOS FUERTES Y VENCEREMOS. VIVA COSTA RICA LIBRE. NO A LOS CORRUPTOS, LADRONES, VENDEPATRIA, NO A LOS POLITICOS TRADICIONALES CORRUPTOS, NO A LA VIEJA POLITICA. NO MINERÍA, NO EXPLOTACIÓN PETROLERA.

viernes, 11 de febrero de 2011

DICTADURA ARIAS: ENVADIO PROCURADURIA, CONTRALORÍA, PODERES DEL ESTADO, MINISTERIOS, ETC. ETC. ETC. AUTENTICA DICTADURA.

EGIPTO Y SUS ENSEÑANZAS PARA COSTA RICA

Dennis Mora Guzmán *
(demogu@hotmail.com)

Durante los últimos 30 años, los egipcios han conocido un solo estilo de gobierno, uno corrupto y violatorio de los derechos humanos, en el que el Ejecutivo se inmiscuye en los otros poderes del Estado, dando claras señales de que en el país se hace lo que unos poquitos dicen y cualquier cuestionamiento hacia esa mínima clase poderosa, implica todo tipo de amenazas, la exclusión y hasta posiblemente la muerte. Una tiranía-dictadura disfrazada de “democracia” reconocida y aceptada por la comunidad internacional, especialmente por Estados Unidos solo porque cada 4 años se elegía por “elecciones limpias” al mismo presidente, al mismo partido político y al mismo estilo de gobernar. El pueblo, sufriendo de hambre, de pobreza extrema y reprimido no era importante para Estados Unidos ni para la comunidad internacional, mientras el gobierno de Mubarak “bailara” el son que le tocaran desde Washington.

Pero todo tiene un límite. Los jóvenes egipcios, una generación que nació bajo la dictadura del presidente Mubarak, solo ha conocido la mano dura de un tipo arcaico, arrogante, quien se cree dueño absoluto de la verdad, aunque estuviera errado, rodeado de corruptos que se han “amarrado” al poder bajo el amparo de las fuerzas armadas y una policía secreta temida y odiada al servicio de una élite de mafiosos que se han sentido dueños del país, que lejos de distribuir la multimillonaria riqueza que genera Egipto por concepto de turismo, petróleo, ayuda de Estados Unidos y exportaciones, cada día más crecientes, etc, más bien se dio a la tarea de hacer de la sociedad egipcia una de las más desiguales en todo Medio Oriente, casi la mitad de la población es pobre y vive miserablemente. Eso es hoy en día Egipto, un pueblo de indigentes en un país inmensamente rico, pero con una clase gobernante corrupta y generadora de todo tipo de miedos para mantenerlos sometidos a tan indigna condición de vida, mientras un minúsculo grupo vive al estilo de los mejores tiempos de los antiguos faraones y sin ningún tipo de carencia. Esto mismo sucedió en Túnez y está sucediendo en Jordania, Argelia y otros países en una región altamente volátil por su principal producto de exportación, el petróleo, y ante la mirada atenta de grupos musulmanes extremistas como los Hermanos Musulmanes de Egipto que, solo esperan el momento para hacerse del poder y complicar aún más la situación en Medio Oriente y poner en serio peligro la seguridad del Estado de Israel y la paz regional.

Afortunadamente el pueblo egipcio está despertando y, aunque el dolor se vive intensamente por la muerte de cientos de personas y la división que pueda estar generando este conflicto en la familia egipcia, no cabe la menor duda de que el pueblo será quien finalmente logre sacar del poder a este gobierno corrupto. El pueblo egipcio aspira, con justo derecho, a vivir con dignidad y sentirse seguro de la institucionalidad de su país y de la posibilidad de tener acceso a una mejor calidad de vida. Esto lo lograrán los egipcios porque finalmente decidieron exigirles a los corruptos irse del gobierno, no permitir más la tiranía y ponerle fin a la intromisión entre los poderes, que arriesga en todo sentido la ya de por sí muy cuestionada democracia egipcia.

El ejemplo de Egipto, con las diferencias del caso, debe ponernos a pensar, pero más que al pueblo costarricense, debería ser la clase política de este país la que ponga las “barbas en remojo” y tener mucho cuidado con lo que está haciendo. No se le puede estar “jalando tanto el rabo a la ternera” porque, en una que va y en otra que viene, el pueblo puede decir “hasta aquí”.

Nuestra democracia ha sido “manoseada”, la institucionalidad del país no puede estar en juego y mucho menos se puede arriesgar la credibilidad del Poder Judicial de este país que, según las encuestas, sigue teniendo un alto grado de confiabilidad entre los costarricenses. Este país no puede ni debe permitir que, no muy lejos de lo que antes se comentaba sobre las “14 familias” de El Salvador, en Costa Rica algunas, mucho menos que las de aquel país, con todo el poder económico y político, con ambiciones desenfrenadas y cegados por el deseo de seguir “lactando” las mieles del poder, pongan en serio riesgo la institucionalidad y credibilidad de la más antigua democracia de América Latina. Esto no se puede permitir.

Cuando un país pierde la confianza en su Poder Judicial prácticamente se condena a vivir en el caos, la impunidad y la corrupción. Esto no se puede permitir a nuestra Costa Rica, que posiblemente al calor de la inauguración del nuevo Estadio Nacional, el concierto de Shakira y el juego de la Selección con su similar de Argentina pueda peligrosamente olvidar que el país debe estar por encima de intereses personales y aspiraciones peligrosamente desenfrenadas e intereses oscuros y mezquinos.

Pero nuestro país también debe empezar a dar claras señales de “dureza” contra los corruptos que vienen de afuera a querer hacer negocios con infraestructura defectuosa y cuyos precios parecieran ser de primer mundo cuando lo que nos dan son míseras obras que se caen a pedazos. El Estado debe ser duro contra quienes lucran con el dinero de los costarricenses porque este país no debería tener pobreza y menos pobreza extrema. Costa Rica es un país que genera miles de millones de dólares en turismo y exportaciones, seguimos siendo destino de empresas que creen en nuestros profesionales y se instalan acá, aún recibimos cooperación internacional, etc., y seguimos con serios problemas de distribución de esa riqueza y seguimos viendo barriadas de pobreza e indigencia que, si bien en un alto porcentaje están llenas de migrantes ilegales, a quienes se les debería aplicar la ley y quienes no estén el regla deben sacarse del país, no es posible que sigamos teniendo niveles de pobreza tan elevados como los reportados en el último informe del Estado de la Nación. Así empezó Egipto, pero no quisiera que Costa Rica terminara como está en estos momentos el país de los faraones, porque aún es tiempo de hacer cambios.

Que el ejemplo de Egipto sirva para que en Costa Rica algunas cosas cambien. Que los “vivillos” se asusten y tengan cuidadito, porque si el gobierno y sus instituciones siguen dando muestras de debilidad, hay un pueblo que en cualquier momento, al estilo de nuestros viejos de 1948 podrían decidir tirarse a las calles y decir “¡no más corrupción, cero tolerancia y respeto a la institucionalidad y democracia de este país!

* Profesor de Relaciones Internacionales

Tomada del periódico Diario Extra de Costa Rica.

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