LUCHADOR HASTA LA MUERTE.

LUCHADOR HASTA LA MUERTE.
VIVA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA

EL PUEBLO TIENE DERECHO A COMER


  • LÍDER, ACTIVISTA, ABOGADO, NOTARIO PÚBLICO, EMPRESARIO EXITOSO.
  • SALARIO MÍNIMO JUSTO DE ¢350,000 MENSUALES.
  • LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN CORRUPTO DICTATORIAL DE LOS ARIAS.
  • PROGRESO CON BENFICIO SOCIAL.
  • DEFIENDE CLASE TRABAJADORA, MICRO, PEQUEÑO Y MEDIANOS EMPRESARIOS HONESTOS.
  • CONOCEDOR Y VISIONARIO DE LOS PROBLEMAS DE COSTA RICA.
  • UN PATRIOTA NO SE VENDE NI SE COMPRA.
  • POLITICOS CORRUPTOS DEBEN ESTAR EN LA CÁRCEL, CORRUPCIÓN CANCER DE COSTA RICA.

“La democracia no es algo abstracto, no es que el rico le diga que vive en democracia, no es ir a elecciones cada 4 años. La democracia no es una forma política; es una forma de vida; es acceso al trabajo, estudio, salud, recreación, tranquilidad, es decir; repartir la riqueza a la mayoría, vivir dignamente solo se logra cuando la clase trabajdora tome el poder; hoy la "democracia" capitalista es para los ricos, los demás son simples esclavos modernos”

¡¡¡ BASTA, BASTA, BASTA DE CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN!!!


DESPIERTA PUEBLO, SOLO LA LUCHA ORGANIZA Y BIEN DIRIGIDA NOS HARÁ LIBRES, UNIDOS SEREMOS FUERTES Y VENCEREMOS. VIVA COSTA RICA LIBRE. NO A LOS CORRUPTOS, LADRONES, VENDEPATRIA, NO A LOS POLITICOS TRADICIONALES CORRUPTOS, NO A LA VIEJA POLITICA. NO MINERÍA, NO EXPLOTACIÓN PETROLERA.

miércoles, 27 de mayo de 2009

COSTA RICA: A UN PASO DE LA GUERRA.

Nuestra democracia exige reflexión
Escrito por Dr. César Hines Céspedes*
Martes 26 de Mayo de 2009 05:54


La situación en Centroamérica es grave. Los demás países que integramos esta franja del continente americano estamos en un proceso de franco deterioro que podría hacer volver las luchas fratricidas de años pasados. Salvo Panamá. Aún cuando la instauración de un régimen realmente democrático es de reciente data, en el país del canal, la situación política es de buena calidad considerando su poca experiencia en esas lides.

Muy al inicio de su incursión democrática, se dieron algunos desmanes en el ejercicio del poder público, producto quizás de la mala costumbre asentada en algunos que no asimilaban la desaparición de las arbitrariedades y el secretismo en el manejo de la cosa pública. Se sucedieron gobiernos, unos mejores que otros, pero casi todos con un denominador común: mejorar la calidad de vida de los panameños.

Veinticinco años después de la caída del último dictador de pacotilla, hoy los panameños disfrutan de una estabilidad política y económica que ningún país centroamericano tiene, con una fuerte actividad comercial, infraestructura de primera y precios incomparables.

En Nicaragua por el contrario, la democracia solamente es un concepto demagógico muy lejos de la realidad, limitada a la emisión del voto, casi siempre sin una plena libertad de conciencia, por estar bajo amenaza física o sicológica, en donde no se escoge el mejor sino el menos peor.

En el Salvador el ensanchamiento de la brecha entre las clases sociales -ricos y pobres-, degeneró en un aumento insostenible de la criminalidad, en un franco retroceso en relación con los objetivos de los planes de paz. La codicia de las clases políticas y económicas que se apoderaron del país, arrojaron al abismo de la desesperación a todas esas hordas de las hoy llamadas “maras”, que no son más que el resultado de deficientes políticas económicas y sociales.

Se espera que con un nuevo modelo proveniente de una administración más socialista, se contraigan un poco los efectos de tantos años de expoliación. En Honduras la situación no es menos distinta, con la diferencia que la capacidad productiva es menor a la de los otros países. Los escándalos por abusos de poder en el manejo de los fondos públicos y otros de similar naturaleza, tienen al país en un creciente descontento popular generador de una proliferación de pandilleros.

Más complicada resulta la situación en Guatemala. Históricamente abusada por todos cuantos han llegado al poder, está manejada por una élite de gran dominio económico que impide la llegada de un verdadero reformador.

El medio más utilizado para mantener incólumes sus posiciones ha sido el excluir dele proceso educativo a la gran masa de la población indígena, la que sumida en la ignorancia más supina en asuntos de Estado, se mantiene ocupada por su subsistencia, carente de tiempo y de opciones por buscar la reivindicación como aconteció en Bolivia con Evo Morales. Pero más grave aun resultó la fusión entre esa élite enriquecida con los recursos del Estado, y los grandes capos del narcotráfico, que tienen copado al país, y en algunas regiones, son los amos absolutos, donde ni la misma autoridad pública puede, ni quiere ingresar.

Esa fusión entre políticos y varones de la droga hace difícil la respuesta a los problemas, pues los primeros han acudido a los segundos para mantenerse en el poder y a cambio los segundos son absolutamente inimputables, tienen un fuero de impunidad e inmunidad igual o mejor al de los mismos parlamentarios.

Si las instituciones del Estado costarricense se mantienen con la misma pasividad o ciegas a la realidad como lo han sido hasta ahora, estamos a menos de un paso de caer en el mismo abismo de nuestros hermanos centroamericanos. Hoy en día en plano fragor de la lucha electoral, el control sobre partidos y tendencias debe ser riguroso, porque los tentáculos del narcotráfico aunado a esa codicia por el poder, puede llevar a algunos de esos “codiciosos” a asumir compromisos a cambio de algunas “dádivas”, sin control ni medida.

Ya se vislumbran algunas condiciones poco saludables para nuestra democracia: aportes en especie a algunos precandidatos que el Tribunal Supremo de Elecciones no puede controlar rigurosamente. En momentos de crisis económicas, no resulta fácilmente creíble tanto desprendimiento de algunos que facilitan aviones privados, helicópteros, carros de super lujo, y otros bienes de igual naturaleza, sin contar con el dinero contante y sonante que se recibe.

Se han preguntado los costarricenses: mientras los precandidatos están en campaña, de qué viven? ¿Cuál es el origen de sus ingresos? ¿Con qué mantienen a sus familias? Como lo dice el título de este artículo. La democracia no es un concepto ni una definición de diccionario. Es un estilo de vida, y si queremos conservarlo, luchemos desde ahora por erradicar cualquier germen, virus o bacteria que atente contra su salud.


* Especialista en Derecho Público

Tomado de la Prensa Libre 27/05/09

COMENTARIO:

Estoy de acuerdo en casi todo este artículo, solamente quiero aclarar que quien dice que si Liberación Nacional gana las próxima elecciones no van a continuar con la misma corrupción, y por lo tanto empujando el país al abismo como bien lo dice el articulista, no nos hagamos ilusiones jamás este partido cambiara por más buenas intenciones que tenga su candidato o candidata, las estructuras del partido están podridas, están basadas en negociaciones previas de que me das y te doy, además que este partido seguirá el rumbo neolibaral a ultranza que es incompatible con nuestra democracia. Ojala me equivoque, dios quiera.

Lic. Félix Domínguez

27/05/09 09:41

No hay comentarios: