SISTEMA NEOLIBERAL: RESULTADO PANDILLAS SE TOMAN LAS CIUDADES, VICTIMAS DE LA INJUSTICIA SOCIAL

“Nosotros tenemos motos, baleamos, rafagueamos, agarramos a pedradas o desbaratamos el ‘chante’ (la casa)”, según pida el cliente, dice JC, un pandillero activo a quien vemos con el garrote con clavos que usa en riñas callejeras. (LA PRENSA/O. VALENZUELA) Pandillas venden sus “servicios” a clientes Apedreamientos, palizas y “apoyo partidario” entre sus fuentes de ingreso Ver Infografia >

Luis E. Duarte

magazine@laprensa.com.ni

publicidad Varios jóvenes pandilleros y ex pandilleros explican sus realidades en los barrios más conflictivos de la capital, más allá de los mitos urbanos. Según la última edición de la revista Magazine, estos grupos juveniles han pasado de los machetes y piedras al comercio de crack o cocaína, los asaltos organizados a personas, inmuebles o vehículos y la participación en actividades políticas como grupos de choque. Las entrevistas realizadas por la revista Magazine, publicada por LA PRENSA y en circulación a partir de hoy, revela además por qué las pandillas han recurrido al negocio de las drogas dentro de los barrios. “Comencé a vender piedra. Más tarde un maje en una camioneta negra me dijo que empacara coca y me daría un medio para vender; llegaba en la madrugada y en la noche estaba en mi casa vendiendo”, explica Bayardo Farga, un pandillero retirado que ahora realiza trabajo social para rehabilitar a sus antiguos compañeros y mantener el barrio limpio. A los pedazos de droga les llaman “captus” o “cajetas”, que pueden vender por 2,000 córdobas. Los cocinan, empacan y venden en el mismo barrio, donde la pandilla acapara el negocio. JC, un muchacho de Reparto Schick, explica que ha participado también en varias protestas sandinistas y de estudiantes, donde le han pagado 300 córdobas por el rato y un tiempo de comida, aunque afirma que su grupo quedó molesto con los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) porque la última vez no les entregaron el dinero prometido. “Nos buscan porque estamos en la ‘marimba’ (grupo numeroso), en cada esquina, 40 ó 10. Algunos caminan con celulares”. También llegan a los barrios vehículos de lujo que se paran y los llaman. “Se van tres y nos dicen dónde está la casa, la estudiamos y después la ‘ganamos’ (roban). Nosotros tenemos motos, baleamos, rafagueamos, agarramos a pedradas o desbaratamos el ‘chante’ (la casa)”, sostiene JC. El común entre los jóvenes pandilleros son historias de hogares desintegrados; en algunos casos se trata de hermanos mayores que realizan la labor de protector familiar, en otros ejemplos, de personas sin alternativa. “El Gato” fue maltratado por su madre cuando era un bebé. A los siete meses de nacido una de sus abuelas lo auxilió, pero murió cuando el muchacho tenía 13 años. El adolescente de Ciudad Sandino acudió a una pandilla para sobrevivir sin familia. El resultado: ha estado dos veces en la cárcel por robos y lesiones. AMPLIO REPORTAJE EN MAGAZINE Tomado de la Prensa de Nicaragua 31/05/09 COMENTARIO: Veinte años de destrucción del país El Salvador con gobiernos neo liberales que marginaron a la población incluyendo por supuesto los jóvenes, los resultados son evidentes, este sistema es incompatible con los programas sociales, solamente da migajas cuando los capitalistas tienen bonanza, cuando la situación económica entra en crisis, lo primero que hacen es despedir personal, sin tomar en cuenta que se llenaron los bolsillos en años anteriores a costa de los trabajadores y no repartieron nada. Costa Rica adopto ese modelo económico nefasto para el pueblo, los resultados desgraciadamente son los mis en nuestro país, de hecho ya se estan prácticando en todo el territorio. Lic. Félix Domínguez 3/05/09 07:22 p.m.