Temor por agresiones inquieta a votantes
Tegucigalpa. El temor a incidentes violentos en las calles, o a una agresión por ir a votar, impregnan el paisaje electoral capitalino a dos días de los comicios.
Las respuestas a consultas hechas por este diario a comerciantes, taxistas y vendedores ambulantes en Tegucigalpa coinciden en dos previsiones: quedarse en casa o antes cerciorarse por la radio si hay o no incidentes.
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En toda la ciudad abundan los grafitti atacando al régimen de facto desde las paredes de edificios públicos, comercios, iglesias y escuelas.
El panorama urbano incluye, además, algunos edificios destruidos por enfrentamientos entre zelayistas y antimotines, como el restaurante de la cadena estadounidense Popeyes, incendiado a hace unas semanas. Solo quedan columnas calcinadas.
Otros establecimientos próximos a edificios de gobierno cerraron o fueron desalojados por sus dueños temerosos a perder sus bienes en caso de más vandalismo durante la jornada.
Es notoria la presencia de soldados con fusiles de asalto a la entrada del Tribunal Supremo Electoral, el Hotel Marriott (allí se recibirán los resultados) y otros puntos claves de circulación vial.
Sumado a lo anterior, quien estos días ingrese a un supermercado, centro comercial o restaurante de cadenas extranjeras será recibido por agentes de seguridad privada armados con escopetas y detectores de metales.
Ni siquiera los adornos navideños suavizan el ambiente porque toda avenida, poste o techo están saturados de propaganda electoral, banderas de partidos en la lid o de Honduras. Nunca un conflicto político pareció ser tan democrático.
Molestia estudiantil. Ayer las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras fueron tomadas varias horas por estudiantes molestos con las elecciones y su negativa a que el campus universitario se use como recinto de votación.
En varios sitios era visible propaganda amenazando con agredir a estudiantes que fueran vistos el domingo con el dedo manchado de tinta como prueba de haber ejercido el sufragio.
Julieta Castellanos, rectora de la entidad, confirmó a La Nación que dos edificios universitarios fueron cedidos para instalar allí ocho urnas y que hoy estas instalaciones serían cedidas a las autoridades electorales.
Agregó que respetaban el derecho de los alumnos a manifestarse pero descartó que se produzcan choques el fin de semana; al menos en la universidad.
Por otra parte, el Centro de Justicia y Derecho Internacional (Cejil) denunció el hostigamiento y amenazas que ejercen las autoridades de facto contra quienes promueven el abstencionismo.
El ejercito, por ejemplo, denuncio penalmente a Andrés Pavón, presidente del Comité de Derechos Humanos de Honduras, quien llamo a no votar.Tomado del periódico El Tiempo de Honduras.
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