LUCHADOR HASTA LA MUERTE.

LUCHADOR HASTA LA MUERTE.
VIVA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA

EL PUEBLO TIENE DERECHO A COMER


  • LÍDER, ACTIVISTA, ABOGADO, NOTARIO PÚBLICO, EMPRESARIO EXITOSO.
  • SALARIO MÍNIMO JUSTO DE ¢350,000 MENSUALES.
  • LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN CORRUPTO DICTATORIAL DE LOS ARIAS.
  • PROGRESO CON BENFICIO SOCIAL.
  • DEFIENDE CLASE TRABAJADORA, MICRO, PEQUEÑO Y MEDIANOS EMPRESARIOS HONESTOS.
  • CONOCEDOR Y VISIONARIO DE LOS PROBLEMAS DE COSTA RICA.
  • UN PATRIOTA NO SE VENDE NI SE COMPRA.
  • POLITICOS CORRUPTOS DEBEN ESTAR EN LA CÁRCEL, CORRUPCIÓN CANCER DE COSTA RICA.

“La democracia no es algo abstracto, no es que el rico le diga que vive en democracia, no es ir a elecciones cada 4 años. La democracia no es una forma política; es una forma de vida; es acceso al trabajo, estudio, salud, recreación, tranquilidad, es decir; repartir la riqueza a la mayoría, vivir dignamente solo se logra cuando la clase trabajdora tome el poder; hoy la "democracia" capitalista es para los ricos, los demás son simples esclavos modernos”

¡¡¡ BASTA, BASTA, BASTA DE CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN!!!


DESPIERTA PUEBLO, SOLO LA LUCHA ORGANIZA Y BIEN DIRIGIDA NOS HARÁ LIBRES, UNIDOS SEREMOS FUERTES Y VENCEREMOS. VIVA COSTA RICA LIBRE. NO A LOS CORRUPTOS, LADRONES, VENDEPATRIA, NO A LOS POLITICOS TRADICIONALES CORRUPTOS, NO A LA VIEJA POLITICA. NO MINERÍA, NO EXPLOTACIÓN PETROLERA.

jueves, 26 de noviembre de 2009

ELECCIONES GOLPISTAS: LAS ELECCIONES SON UN EFECTO DE LA DEMOCRACIA, NUNCA PARA LEGITIMAR DICTADURAS SANGRIENTAS,

Con la irrupción del régimen inconstitucional, de facto, en Honduras el proceso electoral tornó a ser un proceso electorero, lo cual implica una manipulación que da más importancia al acto en sí de votar que al valor democrático de la votación para garantizar la legitimidad del mando en el Estado y en la sociedad.

Quienes en este momento abogan por el reconocimiento del resultado de las elecciones generales del próximo domingo, sin que previamente haya sido restituido el Estado de de Derecho, definitivamente desconocen la importancia fundamental de la calidad democrática que debe presidir todo proceso electoral y asumen las elecciones como un fin en sí mismas y no como el medio idóneo para impulsar la evolución del sistema democrático.

Puestas así las cosas, es imposible considerar que las elecciones en Honduras constituyan en esta ocasión un acto democrático, sino más bien un artilugio electorero para crear un espejismo de solución de la crisis política ocasionada por el golpe de Estado militar, y, de esta manera, conservar inalterable el abuso elitista contra el bienestar y la equidad para la mayoría del pueblo hondureño.

En esta perspectiva, la práctica electorera en Honduras vendría a ser ejemplo de un modelo de “democracia representativa” que respondería a los dictados de la astucia política de un nuevo liderazgo mundial, toda vez que no se cumplen los requisitos democráticos formales –a la vez que fundamentales—de la legalidad y la legitimidad como valores inseparables de los procesos electorales auténticos.

Lo que en el Caso Honduras trata de presentarse como realismo pragmático en la solución de una crisis política, por parte de algunos países apurados en hacer creer que las elecciones a como haya lugar son la llave maestra, no es otra cosa que negación rotunda –y a la vez autodestructiva—de los principios básicos del sistema democrático de la autodeterminación y de la libre determinación. Todo esto consecuencia de la aberración ideológica inervada en el corporativismo económico.

Ese es, entonces, el planteamiento que habría sustentar el análisis de las elecciones del próximo domingo en Honduras por parte de los Estados integrantes de la comunidad americana de naciones, en particular, y por sus entidades comunes, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Grupo de Río.

También es la piedra de toque en torno a la política interamericana –igual que a la mundial—en lo pertinente a la credibilidad y confianza en las relaciones mutuas entre los Estados, supuestamente promisorias para este nuevo milenio y para el futuro de la paz y la confraternidad universales.

Ahí está, pues, el reto de las elecciones en Honduras y su contribución o no a la democracia electoral, o, en su defecto, a la autocracia electorera. Y esto ocurre, aunque parezca irónico, en el tercer país más pobre del continente americano, que se desliza violentamente hacia el hundimiento económico y social, merced a una crisis política que, por lo visto, se hará más letal por la inutilidad y mala práctica del proceso electorero.

Tomado del periódico El Tiempo de Honduras.

No hay comentarios: