Viernes, 30 de Julio de 2010 / 08:24 h
En entredicho el orgullo tico
Ambas situaciones llevaron a los mismos ticos a venderse como “la Suiza de Centroamérica”, y que los centroamericanos, cuando lo expresamos, lo hemos hecho con sorna, pero en el fondo convencidos que puedan tener razón.
Sin embargo, el hecho de que a falta de ejército propio, el Congreso de Costa Rica acepte tropas de los Estados Unidos de América es sencillamente lamentable y preocupante.
Lamentable, porque uno de los íconos de Costa Rica, el único país del istmo sin ejército, será una falacia, pues, tener un ejército de ocupación, no deja de ser un ejército.
Preocupante, porque los marines gringos en cualquier territorio, ponen en peligro la soberanía de los países vecinos, sobre todo, los históricamente enfrentados por asuntos ideológicos, como es el caso de Nicaragua, y por extensión se convierte en una amenaza contra Venezuela y Ecuador.
El congreso de Costa Rica, aprobó, el uno de julio, el ingreso a su país de siete mil marines, 46 buques de guerra de la armada 200 helicópteros y aviones de combate.
Los soldados estadounidenses podrán andar armados por todo el territorio costarricense, y salir y entrar del país, cuando quieran.
En teoría, la presencia de los soldados del imperio serviría para combatir el narcotráfico en ese país, que, por cierto, por primera vez ha aceptado que su territorio está amenazado por el crimen organizado, sobre todo por el narcotráfico.
Cualquier ciudadano centroamericano incauto, podría creer que las pretensiones de los soldados gringos son válidas, mas, si se analiza el tema de la droga a profundidad se darán cuenta que el combate al narcotráfico no es poniendo bases militares u ocupando territorios ajenos, como pasará en Costa Rica.
Es cierto que el pueblo tico es soberano, por lo tanto ellos tienen derecho a llevar ejército de donde quieran, o que Estados Unidos les imponga el suyo, pero, si representa una amenaza para la región y extra región, debe ser repudiada o criticada tal decisión.
Si Estados Unidos quisiera combatir el narcotráfico debería comenzar en su propio territorio. Primero, combatiendo los grandes consorcios financieros que permiten increíbles billonadas de dólares en el blanqueo del dinero. Y, segundo, atacando el consumo.
Obviamente, lo anterior no lo hará Estados Unidos, porque no es ese el interés, sino tener la presencia de soldados y su equipo militar en territorios estratégicos que le sirvan a los intereses geopolíticos del Pentágono.
Sin lugar a dudas, la presencia de soldados gringos en Costa Rica, será una nueva amenaza para la paz y tranquilidad social en Centroamérica, en particular, y Latinoamérica, en general.
Tomado del periódico Colatino de El Salvador.
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