Chile dicta históricos procesamientos por muerte de expresidente Eduardo Frei
Santiago de Chile (DPA). La Justicia chilena dictó hoy seis históricos procesamientos contra los presuntos responsables y encubridores del asesinato del ex mandatario Eduardo Frei, cuyo hijo homónimo buscará el domingo ganar por segunda vez los comicios presidenciales en el país.
La resolución motivó reacciones de todo el espectro político y la oposición de derecha sugirió que el hecho podría ser usado electoralmente, lo que fue calificado como una "bajeza" por la familia Frei.
El magistrado del caso, Alejandro Madrid, y el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Jorge Dahm, negaron las imputaciones, diciendo que los jueces no hacen consideraciones políticas al emitir sus fallos.
Madrid además confirmó que el asesinato de Frei en 1982, el primero de un ex presidente en la historia de Chile, fue perpetrado por personas cercanas al ex mandatario, que colaboraron con los servicios secretos de la dictadura de Augusto Pinochet.
"El fallecimiento fue ocasionado por la introducción paulatina de sustancias tóxicas no convencionales" en el cuerpo del ex mandatario luego de que fuera operado de una hernia, dijo el juez.
La decisión judicial permitirá llevar ante los tribunales como autores de homicidio al ex represor de la dictadura militar Raúl Lillo y al chofer Luis Becerra, además de los médicos Patricio Silva y Pedro Valdivia, ex funcionarios del Ejército y la Policía respectivamente.
La familia Frei lamentó que en el crimen participaran supuestamente el doctor Silva, un ex viceministro de salud de Frei, y Becerra, quien trabajó con la familia por 20 años.
La resolución judicial además someterá a proceso a los médicos Helmar Rosenberg y Sergio González.
Apenas conocida la noticia, la presidenta Michelle Bachelet valoró los avances judiciales tras 27 años de espera. "En Chile la justicia tarda pero llega", afirmó.
"El presidente Frei estaba denunciando las violaciones a los derechos humanos (bajo dictadura) y probablemente eso motivó esta criminal acción en su contra", agregó la mandataria.
Desde la derecha, sostén político del regimen militar, surgieron voces de crítica a la oportunidad de la resolución.
"Todo el país espera que este caso se aclare", pero "sería de muy mal gusto que se diera un uso electoral (al tema)", dijo el secretario general de la Unión Demócrata Independiente, Víctor Pérez.
La familia Frei, por su parte, eludió las sospechas y aplaudió la medida judicial.
La ex senadora Carmen Frei, hija del mandatario ultimado, recalcó que "asesinar a un presidente de de la República es más que una simple noticia" y prometió que aparecerán "más verdades".
El ex presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, quien gobernó Chile entre 1994 y 2000, señaló que su familia estaba conmocionada. "Llegó la verdad", sostuvo.
De hecho, él mismo tomó conocimiento del caso hace unos tres años. Incluso durante su gobierno bregó paradojalmente para que Pinochet no fuera juzgado en Europa por sus crímenes, ni jamás recibió en audiencia a grupos de derechos humanos.
Hoy, en cambio, pidió que la Justicia no aplique la Ley de Amnistía heredada de la dictadura. "Queremos que todos los procesos continúen", dijo.
Eduardo Frei Montalva, un carismático presidente que gobernó entre 1964 y 1970, murió el 22 de enero de 1982 a los 71 años tras ser operado de una hernia de hiato, debido a una infección provocada con gas sarín, según indicios judiciales.
La familia Frei, tras años de silencio y sospechas, sostuvo abiertamente desde 2001 que su muerte fue provocada y que buscó impedir que el ex mandatario organizara la oposición al dictador Augusto Pinochet, quien finalmente rigió el país hasta 1990.
En 2006, el cuerpo de Frei Montalva fue exhumado para corrobar la tesis del asesinato, lo que no fue posible. No obstante, ese mismo año uno de los médicos que operó a Frei reconoció que la muerte del ex mandatario se había debido a un agente químico.
En un segundo examen óseo, peritos chilenos detectaron compuestos externos venenosos en los restos del ex mandatario, cuya muerte coincidió en esa época con el asesinato de Tucapel Jiménez, un líder sindical que también buscaba la unidad de la oposición a Pinochet.
En la operación, para matar a Frei habría participado el químico Eugenio Berríos, un ex agente de la policía secreta de Augusto Pinochet.
A inicios de la democracia, en 1991, Berríos fue sacado en secreto de Chile por agentes del Ejército, con destino a Argentina primero y Uruguay después.
En este último país, el agente fue asesinado supuestamente por militares uruguayos hoy presos en Chile por la muerte de Berríos, en lo que se cree fue una de las últimas acciones represivas coordinadas de los servicios de inteligencia en Sudamérica
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