EDITORIAL
UNA PRUEBA MÁS PARA LA ALIANZA
EDITORIAL
UNA PRUEBA MÁS PARA LA ALIANZA
Si en la vida todo se paga, en política también, y con creces. Los recientes hechos que levantaron roncha en la Alianza por Costa Rica están una vez más poniendo a prueba la credibilidad del proyecto que cinco partidos impulsaron desde hace varios meses y que pretende convertirse en una opción electoral para la ciudadanía en 2014.
Hablamos de la reciente reunión entre Ottón Solís, excandidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), y la presidenta Laura Chinchilla, en la cual se alcanzaron entendimientos para que avance el plan fiscal en la Asamblea Legislativa, en este caso con el apoyo de los rojiamarillos.
La cita, que le permite a Solís reaparecer en la palestra política con mayor intensidad, habilita distintas ópticas sobre cómo se están moviendo las corrientes en las agrupaciones políticas.
Por un lado, el PAC está llamado a demostrar la madurez política que en reiteradas ocasiones ha manifestado estar alcanzando al ser una agrupación democrática y de oportunidades para todos por igual.
Es decir, pese al liderazgo que ejerce Solís como su fundador y excandidato presidencial, también es cierto que deben demostrar que realmente hay consensos internos, que las diferencias de opinión son respetadas y sobre todo que en la práctica no existen las imposiciones que tanto han criticado de otros partidos “tradicionales”.
Además existe otro punto. Es el respeto a las conversaciones con otras agrupaciones en materia fiscal, sobre todo por tratarse de los temas más álgidos que componen la agenda nacional. Como señalaron varios especialistas, hay preocupación por dejar las arcas llenas para el que llegue en 2014.
Si los presidentes de los cinco partidos que componen la Alianza habían hablado de alcanzar consenso en materia fiscal, no es posible -y hablamos no solo del PAC sino de otros- que las negociaciones con el gobierno se lleven de forma separada. Esto porque si uno, dos o más se salen del canasto a conveniencia, significa que todavía no tienen la madurez para consolidar un proyecto electoral de manera conjunta. Esto es poco serio.
Matarse unos a otros solo sirve para demostrar que no pueden seguir adelante.
Es obvio que cada agrupación tiene su propia forma de pensar y que en algunos casos las posiciones son antagónicas, pero los acuerdos nacionales deben sobrepasar los intereses particulares.
Aquí es donde radica precisamente la prueba. Ciertamente los cinco partidos han demostrado que en el Congreso pueden avanzar, aunque la deuda se encuentra en que los temas de mayor envergadura, como el fiscal, están casi “congelados”. De seguir así, con nadaditos de perro, tampoco van a llegar a buen puerto.
Tomado del periódico Diario Extra de Costa Rica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario