En Vela
Julio Rodríguez envela@nacion.co.cr 10:28 a.m. 08/09/2011
Una invitación de la presidenta de la República, Laura Chinchilla, al excandidato presidencial Ottón Solís, hace tres semanas, cristalizó anteayer en el anuncio de un acuerdo, en la Presidencia de la República, de apoyo del PAC (11 diputados) al plan fiscal, previos algunos ajustes solicitados por este partido.
Esta es la noticia más importante en el país, tras el entrabamiento de la Asamblea Legislativa frente a los proyectos determinantes en su agenda en sus primeros 16 meses de trabajo. Y si este acuerdo cuajara pronto, con las reformas propuestas, mediante la aplicación de la llamada vía rápida (art.208 bis del reglamento parlamentario), estaríamos frente a un cambio histórico en las relaciones entre el Poder Ejecutivo y la oposición en la Asamblea Legislativa, en el que cabe hablar con toda propiedad de una alianza puntual por Costa Rica, en vista de la trascendencia de este proyecto en la vida económica y fiscal del país. Íbamos de cabeza hacia el precipicio fiscal y ahora se entrevé un sendero abierto y posible.
Este acuerdo, de prosperar, refresca y oxigena la política nacional, pues demuestra que aún quedan crisoles de responsabilidad, de patriotismo y de coherencia en nuestra decaída política. Tanto la presidenta de la República como Ottón Solís y los diputados del PAC, junto con el apoyo de los diputados del PLN, han procedido conforme a los valores democráticos y al interés nacional. Es esta para el PAC una decisión difícil, pero su mérito moral y político radica aquí, en el valor moral y político para tomarla, en materia tan sensible, pasto ideal para demagogos y negociantes de la política. Sin grandes decisiones y sin dirigentes dispuestos a dar la cara, todo pueblo está condenado a la pobreza y al subdesarrollo.
En la otra cara o acera de este acuerdo se ha oído, desde Nueva York, la voz de Luis Fishman, presidente (sic) de la Comisión de Asuntos Hacendarios, fiel a la política desgraciada y antipatriótica de quienes anhelan y buscan lo peor para Costa Rica. Dijo: “Es un golpe muy duro a la institucionalidad de la Asamblea Legislativa”. A contrario sensu, la institucionalidad legislativa consistiría, según él, en oponerse a todo acuerdo o negociación a favor de Costa Rica. Así, golpea de nuevo con furia e irracionalidad al PUSC. Luego, agregó: “Veníamos sospechando (sic) una aproximación de don Ottón con el Gobierno desde hace tiempo. Veía señales extrañas (sic) en la actitud del PAC por esta actitud”. Helo aquí: el nuevo Sherlock Holmes de la política nacional'
No cantemos victoria. Surgirán los enemigos de siempre: la mala fe, la mezquindad, el egoísmo, la demagogia y los oráculos de cafetín.
Tomada del periódico la Nación de Costa Rica.
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