| La oposición y su “amenaza” de analizar con lupa el presupuesto |  |  |
| Escrito por Opinion |
| Lunes 05 de Septiembre de 2011 00:00 |
| El anuncio hecho por los diputados de las fracciones que integran el bloque de adverso al Gobierno que controla la Asamblea Legislativa, en el sentido de que analizarán cada detalle del proyecto de Presupuesto presentado por el Ministerio de Hacienda para el ejercicio económico 2012, debe llamar la atención de todos, pero principalmente, de los mismos diputados que lo hicieron. La Constitución Política establece que los diputados lo son por la Nación, y les asigna, entre otras, la responsabilidad de aprobar o improbar los gastos del Gobierno, del cual la propia Asamblea Legislativa es parte. Pero, bajo interpretaciones muy particulares, los diputados, primero, han asumido que unos son parte del Gobierno y otros no lo son, pese a que la Asamblea Legislativa no solo es parte de la estructura de Gobierno, sino que es el Primer Poder de la República, dejando relegados al Ejecutivo y al Judicial. Esa particular perspectiva ha hecho que se asuman posiciones tan ridículas como aquellas bajo las cuáles se argumenta que los diputados del Gobierno son los responsables de aprobar los presupuestos. Es parte de los absurdos que inundan la política costarricense, pero que no interesa cambiar a nuestros políticos. Así, se ha llegado a extremos como el voto negativo para proyectos de presupuesto extraordinarios destinados a atender situaciones de emergencia, en las que muchas personas de diferentes tendencias políticas han resultado afectadas. O se ha votado de manera negativa proyectos de presupuesto para obras públicas específicas que son de interés del país como tal. Estas situaciones se han presentado en todas las administraciones, porque las posiciones asumidas por los diputados se han repetido de manera sistemática, justo como si fuesen resultado de una especie de manual del sinsentido de la política. Y siempre dentro de ese esquema conceptual, los diputados de los partidos no oficialistas de turno se han acostumbrado a oponerse al plan de gastos de manera autómata, sin siquiera entrar a estudiarlo, bajo la premisa de que la oposición no aprueba presupuestos. Esto salvo muy raras excepciones. Ahora, sin embargo, cuando se ha constituido una mayoría operativa –no en tantos temas como quieren aparentar ni como suelen decir, pero en algunos planos- los diputados que han tomado el control del parlamento se ven ante su primer gran reto en tema de gastos: resolver sobre el presupuesto del próximo año. Y para hacerlo, es obvio que tendrán que estudiarlo, a menos que pretendan repetir la práctica más dada en la Asamblea: la de votar sin saber siquiera qué se discute. Pero esto no es ajeno a la responsabilidad que conlleva ser diputado. Por ello el anuncio sí resulta sorpresivo. Porque es una especie de reiteración de responsabilidades, cuando se supone que ya todos saben cuáles son estas. Ojalá que ese análisis del proyecto de presupuesto sea serio y objetivo, de manera que no se comprometa el futuro del país por un simple juego de intereses políticos. Tomada del periódico la Prensa Libre de Costa Rica.
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