LUCHADOR HASTA LA MUERTE.

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VIVA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA DE LA CLASE TRABAJADORA

EL PUEBLO TIENE DERECHO A COMER


  • LÍDER, ACTIVISTA, ABOGADO, NOTARIO PÚBLICO, EMPRESARIO EXITOSO.
  • SALARIO MÍNIMO JUSTO DE ¢350,000 MENSUALES.
  • LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN CORRUPTO DICTATORIAL DE LOS ARIAS.
  • PROGRESO CON BENFICIO SOCIAL.
  • DEFIENDE CLASE TRABAJADORA, MICRO, PEQUEÑO Y MEDIANOS EMPRESARIOS HONESTOS.
  • CONOCEDOR Y VISIONARIO DE LOS PROBLEMAS DE COSTA RICA.
  • UN PATRIOTA NO SE VENDE NI SE COMPRA.
  • POLITICOS CORRUPTOS DEBEN ESTAR EN LA CÁRCEL, CORRUPCIÓN CANCER DE COSTA RICA.

“La democracia no es algo abstracto, no es que el rico le diga que vive en democracia, no es ir a elecciones cada 4 años. La democracia no es una forma política; es una forma de vida; es acceso al trabajo, estudio, salud, recreación, tranquilidad, es decir; repartir la riqueza a la mayoría, vivir dignamente solo se logra cuando la clase trabajdora tome el poder; hoy la "democracia" capitalista es para los ricos, los demás son simples esclavos modernos”

¡¡¡ BASTA, BASTA, BASTA DE CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN!!!


DESPIERTA PUEBLO, SOLO LA LUCHA ORGANIZA Y BIEN DIRIGIDA NOS HARÁ LIBRES, UNIDOS SEREMOS FUERTES Y VENCEREMOS. VIVA COSTA RICA LIBRE. NO A LOS CORRUPTOS, LADRONES, VENDEPATRIA, NO A LOS POLITICOS TRADICIONALES CORRUPTOS, NO A LA VIEJA POLITICA. NO MINERÍA, NO EXPLOTACIÓN PETROLERA.

martes, 13 de septiembre de 2011

OTTON SOLÍS: ACTUA COMO UN RANCIO DICTADOR POLITICO, DUEÑO DEL PARTIDO Y SUS MIEMBROS, TAL COMO LO HACE EL DICTADRO OSCAR ARIAS SANCHEZ EN SU PARTIDO.

¿Las viejas formas de hacer política?

Hoy, don Ottón Solís hace lo mismo que criticó en el pasado

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Guillermo Alvarado Herrera Ingeniero agrónomo guillermo.alhe@yahoo.com 09:09 a.m. 12/09/2011

Ayer, criticaba los pactos del bipartidismo por considerarlos “arreglos debajo de la mesa”; así los definía por su falta de transparencia al no ser de cara a los costarricenses y por no realizarse en los espacios institucionales creados para ello. Criticaba vehementemente a sus líderes por la falta de institucionalidad en esos acuerdos, al ser suscritos por el “dueño del Partido”, sosteniendo en ese entonces que el poder real no debía estar por encima del poder institucional de los partidos políticos.

Construyó un partido político en el cual centró su “razón de ser” en la participación ciudadana en la toma de decisión, en la participación efectiva de la gente, la transparencia en la forma del quehacer político y el fortalecimiento de la institucionalidad versus el caudillismo, proclamaba una “nueva forma de hacer política”.

Nunca pudo concebir lo pactado en la necesidad para el país o en darle gobernabilidad, los señaló con el dedo acusador como “partidos y políticos tradicionales”.

Doble moral. Hoy, don Ottón Solís hace lo mismo que criticó en el pasado, el dueño de la moralidad ingresó a Casa Presidencial para pactar con el Gobierno, de espaldas a los costarricenses, de espaldas a la institucionalidad de su Partido, del Congreso, y para peores, de la Alianza por Costa Rica, una unión política que aspira a darle un equilibrio a nuestro “manoseado” marco institucional.

Llegó sin el Comité Ejecutivo del PAC, sin el jefe de Fracción, sin contar con un puesto jerárquico dentro de dicho partido; lo acompañó la ostentación del “poder real”, de ser el dueño del Partido. No ofreció explicaciones claras sobre lo negociado, solo se dedicó a hacer burla señalando, según él, temas que tradicionalmente buscaban los “políticos tradicionales” en esta clase de “componendas”.

Irrumpe nuevamente en la política costarricense en uno de los temas más sensibles para cada familia costarricense: el tema fiscal. El Ottón de ayer señalaba con vehemencia que antes de pedir más impuestos el Gobierno debía mejorar la recaudación fiscal, señalaba que antes de pedir más impuestos debía mejorar la gestión del Gobierno. Se le olvidó su rigurosidad por el exceso de gasto, se le olvidó cómo enjuiciaba a los diputados por las galletas del cafetín o el uso de vehículos oficiales del Congreso.

Extraña su actuación en este tema, más cuando los propios diputados y ministros de gobierno han criticado públicamente el plan fiscal, incluso hace tan solo unos días lo hizo el propio presidente del PLN por encontrarlo regresivo y perjudicial para la clase trabajadora. Más aún cuando en los últimos meses los medios de comunicación han desnudado la pésima gestión del Gobierno.

Será que ahora entendió que la lógica de los partidos políticos en Costa Rica es que existe un mar de diferencia entre lo formal y el poder político real. Don Ottón experimentó esto cuando era militante activo del PLN, el partido más tradicional de los que prevalecen en Costa Rica.

Tal vez está dándose cuenta de que esa simbiosis institucionalidad-poder real que tanto preconizó, simplemente es una falacia en nuestro sistema político.

Podría ser también que ha querido congraciarse con el sector empresarial que lo ha adversado en sus aspiraciones presidenciales; tal vez quiso congraciarse con sus excompañeros figueristas; o quiso distanciarse del actuar del arismo, enfrentado hoy con la presente Administración liberacionista.

Daño a la institucionalidad. Lo que sí nos queda claro es que don Ottón le hizo un flaco favor a la institucionaldad y a quienes dirigen el PAC, le hizo un flaco favor a la institucionalidad del Congreso, a la Alianza por Costa Rica, a la política fiscal y, por ende, a la clase trabajadora de nuestro país.

Igualmente queda claro que los tiempos cambian; don Ottón se transformó, según su propio enjuiciamiento, en un “político tradicional”, y convirtió al PAC en un “partido tradicional” que tiene dueño.

Los costarricenses estamos confiados en los políticos de “a verdad” que se encuentran en el Congreso, que sabrán defender que no somos los costarricenses los responsables de arreglar lo que produjo la irresponsabilidad fiscal de la Administración Arias, continuada en la presente Administración.

Los costarricenses no fuimos precisamente los responsables de provocar el alto déficit fiscal que hoy nos atormenta, ni tampoco hemos visto que ese excesivo gasto mejorara nuestra calidad de vida.

Estamos seguros de que habrá diputados valientes que le exigirán al Gobierno que antes de tener más recursos económicos deberán racionalizar el gasto público, recortar el gasto excesivo (en gastos de representación, gastos confidenciales, viáticos y transporte al exterior, viáticos y transporte dentro del país, gastos en consultorías, en publicidad, en alimentos y bebidas, compra de automóviles), que deberán mejorar y controlar su gestión pública y la utilización de los superávits, excedentes, utilidades de las empresas del Gobierno, sumas sin asignación presupuestaria, e igualmente importante, deberán mejorar la recaudación fiscal, comenzando no solo con impuestos como a las casas de lujo, sino también restituir impuestos como los que pagaban las empresas transnacionales ubicadas en las zonas francas, que dejaron de pagarles a las municipalidades por la propia iniciativa de la Administración Arias.

Tomada del periódico la Nación de Costa Rica.

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