Los intereses de los poderosos
El proyecto de la terminal de Moín fue discutido con todos los sectores productivos
Allan Hidalgo Campos Presidente Ejecutivo JAPDEVA 08:27 a.m. 15/03/2011
Los costarricenses debemos sentirnos orgullosos de vivir en un país democrático donde el derecho se convierte en el mecanismo para resolver diferencias. Sin embargo, el ejercicio de la democracia no debe ser instrumento para que grupos económicos utilicen de mala fe los instrumentos jurídicos y provoquen retrasos al desarrollo de toda una nación. Los intereses particulares ceden frente al interés público nacional.
El contencioso interpuesto por la Cámara de Bananeros no es más que la defensa de los bolsillos de algunos empresarios que creen amenazados sus negocios porque algunos de ellos tienen fuertes vínculos con transnacionales y no son solo empresarios del cultivo bananero, sino que se han convertido en navieros. Eso queda en evidencia cuando se les pregunta: ¿cual sería una tarifa competitiva para ustedes?... y no saben responder.
El proyecto de la TCM (terminal de contenedores de Moín) fue ampliamente discutido con todos los sectores productivos del país. La tarifa que cobrará esta nueva terminal, que dicho sea de paso, será de las más modernas de Latinoamérica, es una tarifa tan solo un 17% más de la que cobraría Japdeva hoy si la Aresep otorga el reciente aumento solicitado.
Ahora, si se toma en cuenta la diferencia en el servicio desde el punto de vista de las economías que tendrán los usuarios por la eficiencia que nunca antes han tenido en el país, es más que obvio que al final significa una tarifa más que competitiva.
Ya lo ha dicho el señor ministro Francisco Jiménez, la TCM no estará en operación pronto por razones de estudios y construcción, pero los análisis que hemos realizado en Japdeva señalan que para el año 2016, las tarifas que tendría que cobrar la entidad si se brindara el servicio 100% que hoy no reciben, particularmente, los bananeros, serían un 36% más altas que las que estaría cobrando la TCM. Esto lo saben los empresarios, pero es evidente que los intereses de algunos de ellos son otros, sus intereses particulares.
Estudios existentes: En el expediente constan el estudio de factibilidad técnica elaborado por la firma holandesa Royal Háskoning; igualmente el estudio de factibilidad financiera ejecutado por la misma empresa consultora, así como la viabilidad ambiental potencial autorizada por la Setena. El equipo técnico constituido por funcionarios del MOPT, CNC y Japdeva para este proyecto ha sido del más alto nivel, el cartel fue revisado por la Contraloría General de la República a solicitud de empresarios y sindicatos, pero los bananeros nunca objetaron formalmente el cartel, sino hasta ahora, lo cual extraña sobremanera. Estoy seguro, sin ninguna vanidad de ninguna naturaleza, que en estrados judiciales el Estado ganará este proceso con argumentos jurídicos y técnicos sólidos. No obstante, los costarricenses deben tener claro el panorama y el costo de hacer las cosas en este país. Lo importante, pues, es saber que la mayoría de los costarricenses creemos en este proyecto y sabemos que el país debe avanzar.
Tomado del periódico la Nación de Costa Rica.
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