En Vela
Julio Rodríguez envela@nacion.co.cr 08:27 a.m. 15/03/2011
Temo adentrarme con esta columna en arenas movedizas, pero vale la pena. Es un asunto de supremo interés nacional. Las siguientes noticias, que apenas enuncio en lo esencial, no me caben en el magín y lo menos que puede pedir un lector es claridad y coherencia. En cada una de estas noticias hay claridad y coherencia, pero en su conjunto surge la confusión, cuyos nublados disipa la Contraloría.
Estas son las más recientes noticias portuarias: Japdeva rechaza discutir con Sintrajap manejo de muelles, el sindicato denuncia “problemas de administración tremendos” y presenta un plan de mejoramiento para los puertos de Moín y Limón, que incluye la compra de grúas, maquinaria pesada y la construcción de más puestos de atraque. Gigante holandés (APM Terminals) competirá contra viejos muelles de Limón, pero las transnacionales se oponen a la realización de este magno proyecto ($949 millones).
Estamos de acuerdo: compete a Japdeva manejar los muelles, no al sindicato, el cual puede, sin embargo, aportar ideas y soluciones. Bienvenido sea el proyecto de APM Terminals, siempre que se enmarque en la ley, y nada impide a las transnacionales recurrir a los tribunales, siempre que su objetivo sea el interés público y no solo su conveniencia o el statu quo.
En esta serie de noticias subyace una pugna de intereses de toda índole que, según mi criterio, deshoja y pone en su lugar el informe de la Contraloría General de la República del 15 de diciembre pasado sobre la administración de los ingresos de Japdeva. Primera conclusión: “...las tarifas vigentes de los servicios portuarios administrados por Japdeva están desactualizados(última fijación en noviembre del 2003), ello a pesar de que la normativa al respecto establece un estudio tarifario de carácter anual, aspecto que ha generado que algunos servicios se estén prestando bajo una situación superavitaria o deficitaria respecto a sus costos de operación”.
Ni una pulpería, y muchos el puerto principal del país, se administra en forma tan alegre, al punto, como colofón, que “el servicio de muellaje se efectúa con base en los datos que reporta el usuario de los servicios, sin verificación del peso reportado”. Luego, como es lógico, la Contraloría critica la administración, extendible, agrego, a los Gobiernos que han jugado políticamente con Japdeva, lo cual explica, como he denunciado en otras columnas, la aprobación y homologación de convenciones colectivas en forma irresponsable.
Japdeva y los Gobiernos se han lavado siempre las manos, mas, ante estos datos, ya es hora de señalar culpables y, ¿por qué no?, a los usufructuarios de este desmadre
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