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OPINIÓN 6:23 p.m.VIERNES 18 DE MARZO DEL 2011 Edición Electrónica
En Vela
Julio Rodríguez envela@nacion.co.cr 09:35 a.m. 17/03/2011
Una diputada del PLN dijo anteayer: “Resulta irresponsable que diputados de oposición quieran mantener vivo este show político, pretendiendo hacer creer a la ciudadanía que están descubriendo algo novedoso' Lo que no dicen es que la Contraloría ya investigó y elaboró diversos informes sobre esto”.
Esta diputada se refiere a la documentación del BCIE, que se había clasificado como confidencial, y que ahora es de conocimiento de la comisión legislativa investigadora ad hoc. Rodrigo Arias, exministro de la Presidencia y precandidato del PLN, había declarado, el 7 de agosto del 2008, ante la Comisión de Control del Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa que era el BCIE el que contrataba a las personas físicas o jurídicas a cargo de las consultorías. Estos documentos evidencian que el exministro Arias envió, al menos, 12 órdenes para el pago de consultorías entre enero del 2007 y marzo del 2008.
Las declaraciones de esta diputada no le hacen, por lo tanto, ningún favor a Rodrigo Arias, pues se apartan de los hechos y de una reflexión objetiva sobre estos. Incurre en los siguientes errores: califica de show político lo que no es sino el aporte de documentos relevantes y, como tales, de obligada deliberación. No se trata, entonces, de un acto de irresponsabilidad. Niega que estos documentos sean “algo novedoso”, una afirmación sin sustento alguno, desmentida por los hechos. Toda la investigación se encaminaba hacia este propósito, no politiquero, sino de obligado conocimiento. Echa mano la diputada de la investigación de la Contraloría sobre la materia para desvalorizar la actual investigación legislativa. Grave error: niega la independencia del parlamento en estos afanes y considera excluyente lo que no lo es.
Ha quedado claro, más allá de toda duda, que no estaba don Rodrigo en lo justo al rehuir, inicialmente, la investigación legislativa. Esta renuencia puede afectar su posición política por carecer de fundamento. Se expuso, además, a quebrantar el principio de la transparencia, cada vez más acuciante en la política.
Las declaraciones de esta diputada ponen de manifiesto, una vez más, cuánto daño le han hecho al precandidato del PLN sus amigos y consejeros. Ha hecho bien, por ello, don Rodrigo, como lo declaró anteayer, en detener su ímpetu político para dedicarse, de ahora en adelante, a cuestiones trascendentales como el ambiente y otros. Es de esperar que, en este campo, vital para el país, y en este cambio radical de estrategia, se rodee de asesores y estrategas preparados. La política necesita bocanadas de aires frescos. Dígalo, si no, Al Gore, cuyo paso por Costa Rica puede habernos deparado un cambio sin consultorías enojosas.
Tomado del periódico La Nación de Costa Rica.
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