México y EE.UU. viven un momento delicado en relación bilateral
11:58 a.m. 12/03/2011
México. AFP El denominado operativo “Rápido y Furioso” en Estados Unidos, que presumiblemente permitió el ingreso deliberado a México de casi 2.000 armas, puso en un momento delicado la relación entre ambos países, según expertos, y provocó la molestia unánime de legisladores mexicanos.
“Si Estados Unidos actuó sin incluir a ninguna instancia mexicana se trata de una intromisión totalmente inaceptable y de una clara muestra de desconfianza de Washington ante las fuerzas policiales mexicanas”, comentó Jorge Montaño, exembajador de México en Estados Unidos.
México enfrenta un espiral de violencia sin precedentes que ha dejado casi 35.000 muertes desde diciembre del 2006 en enfrentamientos entre narcotraficantes y operativos antinarcóticos, además de un centenar de víctimas atrapadas en el fuego cruzado.
La fiscalía general mexicana aseguró el jueves en un comunicado que “el gobierno mexicano no ha tenido conocimiento de la existencia de un operativo que incluyera el trasiego o tráfico controlado de armas a territorio mexicano”.
“Dejar que las armas ‘caminen’ no es aceptable. Las armas son un caso muy diferente que las drogas o el dinero cuando estamos tratando de rastrearlos”, dijo también el jueves el fiscal de Estados Unidos, Eric Holder, a senadores de su país, según un comunicado de la embajada estadounidense en México.
El operativo “Rápido y furioso” fue revelado la semana pasada por la cadena estadounidense CBS, que entrevistó a un agente de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés).
El agente relató que sus superiores ordenaron en el 2009 que las oficinas de Arizona permitieran que contrabandistas adquirieran armas a prestanombres con la intención de conocer su destino final en México.
Holder ordenó una investigación y dijo que toma muy en serio las revelaciones del funcionario de la ATF a la cadena CBS, según el comunicado.
La sede diplomática reconoce la existencia del operativo, pero asegura que se efectuó en territorio estadounidense. “Ha sido uno de los más exitosos porque permitió el arresto de una veintena de presuntos traficantes de armas”, según la embajada.
Tras conocerse este operativo, el Senado mexicano alcanzó un punto de acuerdo para llamar a comparecer al embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, y a la canciller Patricia Espinosa.
El Senado mexicano describió a “Rápido y Furioso” como un operativo “agresivo y unilateral y un agravio a la soberanía de México”.
A la delicada relación bilateral se suma la advertencia hecha esta semana por el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Claper, en el sentido de que la penetración de terroristas a través de la frontera con México es posible y es una seria amenaza para la seguridad de su país.
“La relación bilateral se descompone”, dijo Olga Pellicer, investigadora y exembajadora alterna de México ante las Naciones Unidas.
“Se habla mucho de la buena relación, pero los recursos por ejemplo para el Plan Mérida -en marcha desde el 2008- antidrogas son muy pocos ($1.300 millones en tres años), que han fluido a cuenta gotas”, expuso.
El presidente mexicano Felipe Calderón y Barack Obama se reunieron la semana pasada en Washington por quinta ocasión en un encuentro dominado por el asesinato, en febrero, del agente estadounidense Jaime Zapata, de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), en una carretera del norte de México.
En el encuentro, Calderón reiteró su demanda de poner un alto al tráfico de armas de Estados Unidos, a lo que Obama respondió con el compromiso de analizar una “estrategia legal” para contener este problema.
Versiones periodísticas señalan que Zapata y otro agente estadounidense que resultó herido habrían sido baleados con armas provenientes del operativo “Rápido y furioso”
Tomado del periódico La Nación de Costa Rica.
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