GRACIAS A DIOS QUE EXISTE ESTA FAMILIA BONDADOSA, DIOS LOS AYUDARA Y PROTEJERA.

¡VIVEN CON 100 PERROS DENTRO DE SU CASA!

Betania Artavia
bartavia@diarioextra.com
Fotos Randall Sandoval

Doña Isabel a aprendido a curar los animales, tiene gran habilidad y todos los que llegan enfermos ella los atiende, incluso otros que le llevan vecinos, ella los cura.

Como dice el refrán, cada oveja con su pareja y doña Isabel Arrieta y Efraín Brenes son tal para cual, ambos comparten desde pequeños el amor por los animales y la compasión, por lo que no resisten ver un animal maltratado.

Ellos se casaron hace 27 años y Dios no les bendigo con hijos, pero ambos encontraron en los perros a quien dar todo ese amor que tenían guardado para los pequeños retoños.

Tanto es así que comparten su casa en Cascajal, Desamparados, con casi un centenar de perros de todo tamaño, raza y color. Incluso en su cuarto tienen una cuna para cuidar a los más pequeños miembros de la familia.

El cuarto de al lado es para los perros, ya que el espacio se ha hecho pequeño para una familia tan grande y que crece día a día.

Los caninos caminan libremente por la pequeña sala, donde no tienen sillones, sino solamente un juego de comedor.

También pueden ir hasta la cocina y el pequeño corredor, aunque su lugar favorito en los días de calor es el patio, donde aprovechan para darse un chapuzón en “el jacuzzi” como llama doña Isabel, a la piscina donde los bañan.

NO LOS REGALAN

Don Efraín trabaja como guarda en el colegio de Los Lagos en Heredia, desde donde se ha llevado más de un perro que encuentra abandonado o maltratado, incluso conforme su fama fue creciendo, ya muchos le dejan animalitos en el colegio, seguros que él los adoptará.

Su amor por los animales es tan grande que no regala ninguno de los perros que recoge, todos se convierten en parte de su familia y los cuidan sin importar el sacrificio que deban hacer.

“No me gusta darlos a nadie porque a veces no los tratan bien, y ya me ha pasado que como son animales con mucho tiempo de estar con uno, cuando se los llevan ellos solitos se regresan. Colochos es una, ella tiene 11 años me la dejaron de dos meses la di en adopción a una familia en Pavas y se regreso para la casa, porque esta es la casa de ellos”, comentó don Efraín.

“DIOS NOS AYUDA PARA DARLES DE COMER”

Don Efraín es consciente que su salario es poco para mantener una familia tan grande, más que tuvo que hacer un préstamo para arreglar la casa que una señora les regaló, pero que era de madera y no se adaptaba a sus “hijos”, pero nunca les falta la comida.

Un saco de alimento les dura tres días, y cuesta ¢16 mil, lo que serían unos ¢160 mil al mes, mucho más de lo que recibe de salario, comentó.

“Dios nos ayuda para darles de comer, yo he visto sus milagros, una noche que no teníamos que darles y algunos ya estaban inquietos, llegó un carro y era un señor que nos pasó a dejar dos bolsas de 20 kilos, y así alguna gente nos ayuda con comida, pero nos hace falta siempre porque son muchos”, comentó don Efráin.

También doña Isabel se las agencia para tener algún dinerito y ajustar con la comida, las vacunas y todo lo necesario para mantenerlos aseados, ella no estudio medicina, pero asegura que lleva en la sangre el don y por eso ella misma los cura.

“Cuando ya es algo muy grande llamo al doctor Carlos Moncada él siempre me ha dado la mano con mis perritos, él hizo la cesárea de Terri por eso los perritos se llaman Carlos, Carlitos e Isabel, no tengo como pagarle todo lo que nos a ayudado porque cuando alguno se me enferma lo llamo y me ayuda”, comentó doña Isabel.

También Lilian Snock del refugio de animales en Heredia les ayuda con castraciones para que todas las hembras de la casa sean estériles, algo muy importante con casi un centenar de perros en casa.

SUEÑAN CON UN LUGAR MÁS GRANDE

Por estar en un lugar muy poblado no les ha faltado las denuncias, ya que su casa es pequeña para tanto perro, pero como dice doña Isabel, “Dios nos ha visto con ojos de misericordia”, y han podido continuar con su hogar.

Pero el deseo de don Efraín es conseguir un terreno más grande donde hacer un verdadero hogar para todos los animales desamparados, aunque le falta el dinero para lograrlo no pierde la esperanza.

Si usted desea colaborar con estos amantes de los animales y llevarles alimento u otros productos para los canes puede visitarlos frente a la comisaría de Cascajal o comunicarse al número 2226-0259 o al 88423049

Tomado del periódico La Extra de Costa Rica.