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| Escrito por Jose A. Cabezas |
| Miércoles 06 de Julio de 2011 00:00 |
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•• Habíamos escuchado y leído un abanico de explicaciones en los años que tenemos de vida. En eso, don Abel Pacheco fue generoso; tanto, que creíamos que con él se habían agotado los temas. Pero nos equivocamos. Nadie había echado mano a “la incomprensión”. •• Lo que pasa es que su estilo puede ser nuevo, pero no todo lo novedoso es bueno. Las personas y las cosas, cuando son diferentes, pueden ser originales, pero no necesariamente auténticas y a doña Laura, nos parece, le falta autenticidad. No la vemos resolviendo con inmediatez los problemas, no la vemos con ideas propias, dependiendo de sí misma en su rol de presidenta. Por ejemplo, el año perdido que tuvimos en Seguridad Pública por sostener a una persona amiga, pero no apta para el cargo; el informe que pidió a la Cancillería sobre nombramientos apenas saltó a la prensa el escándalo, nos sorprendió pues difícilmente, a tan poco tiempo de asumir el poder, no habían pasado por sus manos los principales nombramientos diplomáticos. Una pose exclusivamente para la foto. •• Lo que reclama el pueblo no es que en el primer año de Gobierno no haya acabado con la criminalidad, con las carreteras semidestruidas y con la pobreza. No somos tontos. Nadie espera un logro así en un año. Pero lo que no es comprensible es que todo esto haya empeorado. Si hay tantas fórmulas, tantos planes, pensemos que no desaparezcan los males, pero que tampoco aumenten en la medida vertiginosa que están aumentando. La incapacidad material y humana policial es proverbial, las carreteras en mal estado y la corrupción de los oficiales de Tránsito exasperan y la pobreza es una barca cada vez más distante del puerto. •• Si ese es el estilo de gobierno que no comprendemos, pues, es cierto: No entendemos. |
Escríbale a Jose A. Cabezas: jcabezas@racsa.co.cr.
Tomado del periódico la Prensa Libre de Costa Rica.
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