Establecer un negocio en un día
Alberto Franco Mejía Economista afranco@ecoanalisis.co.cr 09:32 a.m. 18/07/2011
Hace algunas semanas vi por televisión una interesantísima entrevista del periodista de CNN en Español, Ismael Cala, al embajador de Chile en Estados Unidos, Arturo Fermandois, acerca del buen desempeño de la economía chilena y del aumento reciente en la creación de empleos en ese país.
Lo que más me llamó la atención de esta entrevista fue la mención que hizo el Embajador acerca del programa de la administración del presidente Sebastián Piñera para eliminar y simplificar los trámites para la creación de nuevas empresas. Con ese plan, se busca principalmente estimular a las pymes, que son las responsables del 90% de los empleos en ese país. Claramente, el establecimiento de nuevos negocios en áreas sensibles, como la explotación de recursos naturales, requerirá de un mayor examen de las autoridades reguladoras correspondientes.
Cuando el Presidente anunció este programa el 2 de junio del año pasado, estableció, como meta de su gobierno, reducir el tiempo de demora para la constitución de una empresa en Chile de 27 a 16 días. Señaló que en ese entonces, crear una microempresa en Chile costaba $600.000 pesos de ese país (unos $1.200 dólares), y tomaba 27 días, mientras que, en Nueva Zelanda, costaba $15.000 pesos (unos $30 dólares), y tomaba 1 día. Cinco meses más tarde, el 28 de octubre, el Presidente anunció, como nueva meta, reducir el tiempo de demora a solo un día, y reducir el costo a $20.000 pesos (unos $40 dólares).
Pocos días después, el 10 de noviembre, Piñera fue mas allá y presentó su agenda Chile País Desarrollado en el 2018. Para alcanzar esta última meta, dicha agenda llama a “derrotar la indigencia en el 2014 y la pobreza en el 2018, mantener un crecimiento de 6% anual y crear 200.000 empleos por año”. Los estímulos a las empresas de menor tamaño, incluyendo la eliminación y simplificación de trámites para su creación, fueron anunciadas como una de las principales iniciativas de este plan.
Aunque para muchos puedan sonar como ambiciosas, estas metas del Gobierno de Chile pueden ser alcanzables si tomamos en cuenta la claridad del norte, la disciplina y la perseverancia que ha mostrado el pueblo chileno incluso en sus momentos más difíciles.
Creo que todos compartimos el deseo de que Chile se convierta en el primer país desarrollado de América Latina en esta década, y que eso sirva como ejemplo y estímulo para los demás países de nuestra región.Tomada del periódico la Nación de Costa Rica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario