Angie López Arias
angie.lopez@aldia.co.cr
La ruta 32 que comunica San José con Limón y viceversa, no solo es un riesgo por los constantes derrumbes, sino que otros factores se suman para convertirla en una vía realmente peligrosa.
Curvas cerradas, pendientes pronunciadas, lluvia, neblina, falta de demarcación, barreras de protección deficientes y taludes con alto grado de inclinación, son sólo algunas de las características de esta importante carretera.
En un recorrido realizado ayer por un equipo de Al Día acompañados por German Valverde, experto en Ingeniería Vial, se comprobó la confabulación de elementos que convierten a esta carretera en un gran peligro.
“Es una vía de alto riesgo que combina una complicada topografía, condiciones climáticas adversas, altísimo tráfico de
Con cuidado
German Marín, director de la Policía de Tránsito, explicó que la ruta tiene diferentes tramos de ciudad y de montaña, siendo estos últimos los más riesgosos
“Del peaje de San José hacia Guápiles hasta el ingreso a Río Frío, es un tramo que presenta problemas”, aseguró Marín.
Agregó que la ruta está en constante valoración junto con expertos del Conavi por el rápido deterioro que sufre debido al clima y el transporte de carga.
Pronóstico reservado
Según Marín, la condición de la ruta en el kilómetro 22 y 23 en el sector conocido como Ventanas es de “pronóstico reservado” porque aún el terreno no está consolidado. Varios derrumbes mantuvieron la vía cerrada por 12 días aunque ahora se reabrió con paso regulado y sólo de 6 a.m. a 3 p.m.
Francisco Jiménez, jerarca del MOPT, indicó que uno de los puntos problemáticos está controlado, no así en el kilómetro 22. Jiménez manifestó que expertos del ICE recomendaron un abordaje distinto de la situación por la presencia de grietas y fisuras, de ahí que no se realizarán más voladuras hasta tanto no tener un diagnóstico final del sitio.Tomada del periódico Al Día de Costa Rica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario