LA BABEL VERDIBLANCA
LA BABEL VERDIBLANCA
Luis Fishman *
En una reciente entrevista publicada en un diario de circulación nacional, el ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, hace un balance de sus tres meses de gestión, y en referencia a la Alianza Patriótica, manifiesta que la relación ha sido “muy respetuosa y cordial”. ¿Productiva?, lo interroga el periodista, y él responde: “Sí, ha sido productiva. No tengo queja de la dinámica y relación que se ha emprendido”.
En un espíritu similar se expresó el titular de Hacienda cuando compareció ante la respectiva comisión legislativa el pasado 20 de julio. El Ministro valoró las observaciones y objeciones que algunos diputados le hemos hecho al paquete fiscal del gobierno y se mostró anuente a valorar el marco general de la situación fiscal del país y del gasto público en general, más allá de encerrarse exclusivamente en la propuesta impositiva del Ejecutivo.
Qué diferencia se observa en estas dos posturas hacia la oposición, contrastadas con el verbo agresivo de la troika que dirige la bancada oficial y con el de la propia presidenta Chinchilla, quien ha hecho toda una cruzada nacional en contra de quienes estamos por un tratamiento serio y a fondo de la crisis fiscal.
Doña Laura y sus diputados pretenden que nosotros renunciemos a la crítica y renunciemos a pensar. Quieren que simplemente atropellemos los procesos y que el paquete fiscal se apruebe sin discusión y sin análisis y eso simplemente no va a ocurrir.
Ni siquiera se han puesto a pensar que, de acuerdo con el criterio del propio ministro Herrero, con los cambios que se le hicieron a la propuesta impositiva inicial, del 2,5% del PIB que se pretendía recaudar, se ha bajado al 2,1%, y la Contralora General de la República manifestó recientemente en la Comisión de Hacendarios que, según los cálculos de esa entidad, ese proyecto podría arrojar apenas un 1% del PIB, aproximadamente ¢100 mil millones.
Recordemos que ya la Presidenta comprometió ¢85 mil millones, que ha insinuado que saldrían de ese paquete fiscal, para hacerle un abono a la Caja de la cuantiosísima deuda que mantiene el Estado con esa institución, es decir, con ese paquete, si llegara a aprobarse, ni se va a resolver el déficit y muchísimo menos se va a generar estabilidad económica. Lo único que va a ocurrir es el encarecimiento de la vida para los sectores populares.
Por no entender eso, la Presidenta y su bancada nos llenan de denuestos, en un lenguaje y actitud que difiere sustancialmente del expresado por el Ministro de la Presidencia.
Donde ellos ven filibusterismo, don Carlos Ricardo ve productividad, donde ellos ven obstruccionismo, el Ministro ve dinamismo.
Son dos visiones que se traducen en dos lenguajes, en el marco de una Babel que puede tener nefastas consecuencias, para la sana relación que debe imperar entre los Poderes de la República y para la propia gobernabilidad del país.
Un elemento fundamental cuando se tiene claridad de objetivos es la existencia de un lenguaje común, de una calificación compartida, hacia las diferentes fuerzas políticas, precisamente para darles el tratamiento adecuado y de esa forma construir consensos. Aquí también se nota la ausencia de nortes que impera en Zapote.
* Diputado
Tomada del periódico Diario Extra de Costa Rica.
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